martes, 13 de mayo de 2014

Adiós, Adolf Seilacher

Existen científicos que aportan un granito de arena más en la construcción del conocimiento de su campo ("alzarse sobre hombros de gigantes" que decía Newton) y existen aquellos que revolucionan por completo su campo, con la ayuda de los primeros (como el propio Newton). Si alguien me preguntara, a bote pronto, quienes habrían revolucionado la paleontología moderna siempre se me ocurren dos nombres: Stephen Jay Gould y Adolf Seilacher.

Adolf Seilacher. R.I.P.
El último es de quien vamos a hablar debido, tristemente, a su reciente fallecimiento. Seilacher era uno de esos nombres que se escuchaban siempre en los cursos de paleontología de todas las universidades. A veces incluso en asignaturas afines de otras ramas de la biología, sobre todo aquellas relacionadas con la biología evolutiva. Y es que Seilacher estudió los pilares más fundamentales de la paleontología y estableció algunos conceptos que a día de hoy son de uso común entre paleontólogos, biólogos y geólogos.

Desde este blog quisiéramos mencionar tres pilares fundamentales de todo el conocimiento que nos ha legado, siempre junto a sus colaboradores, este gran paleontólogo:

- LA MORFOLOGÍA CONSTRUCCIONAL: En una época en la que el origen de la morfología de los organismos adultos (también llamado "fenotipo") sigue siendo un gran misterio, el debate original de ambientalistas e internalistas sigue muy en auge.

Seilacher propuso que la morfología de los organismos biológicos depende de tres factores, fundamentalmente:

Los tres factores que influyen en la morfología de los organismos según Adolf Seilacher.
    • Factor filogenético (o histórico): un organismo únicamente puede construir su morfología a partir del plan corporal que ha heredado de sus ancestros. Dicho de otro modo, como me decía Francisco Poyato: "un humano no puede nacer con valvas". Por explicarlo con una analogía: un mecánico puede transformar una bicicleta en una motocicleta realizando unos cambios sencillos, pero nunca podría transformarla en un autobús o un camión, pues está limitado por los materiales y el diseño del que parte.  A los vertebrados nos ocurre lo mismo: podemos modificar nuestro esqueleto a multitud de formas, pero no podemos desarrollar un esqueleto como el de un bivalvo o un artrópodo.
    • Factor morfogenético (o fabricacional): los organismos construimos nuestra forma durante la ontogenia (crecimiento y desarrollo). Todas las modificaciones a partir de lo heredado (factor filogenético) determinan la forma orgánica. Por ello muchos cambios morfológicos evolutivos pueden tener origen en la ontogenia bien por heterocronía (de la que hablamos aquí) o por  pleiotropía.
    • Factor funcional: este es el más familiar de todos, en el que las distintas partes de un organismo cumplen una función o funciones (lo más normal es que desempeñen más de una). La función de las estructuras no es algo fijado ni está relacionado con su origen, sino que más bien las funciones son en gran medida secundarias (exaptaciones). Es a este nivel (el funcional) donde actúa la selección natural: una estructura que a priori no confiriera una mayor capacidad de supervivencia y reproductiva puede adoptar una nueva función. Es por ello que los famosos "fósiles de transición" son completamente funcionales para su nicho ecológico.
- EL CONCEPTO DE LAGERSTÄTTEN: En el campo de la tafonomía Seilacher aportó un concepto importante que incluso ha llegado a la literatura popular (Bones of The Earth, en castellano "Atrapados en la prehistoria", de Michael Swanwick, tiene un capítulo titulado así): el fossil lagerstätten.
Como dicen en la novela de Swanwick, lagerstätten podría describirse como "la madre del cordero". El término describe aquellos yacimientos de fósiles excepcionales, que se diferencian de la media de los yacimientos. 

Lagerstätte de concentración (izquierda) y lagerstätte de conservación (derecha)

Seilacher reconoció dos tipos de lagerstätten: los konzentrat-lagerstätten, que destacan por la elevadísima concentración de los restos fósiles (Lo Hueco sería un representante de este tipo de yacimientos en la Península Ibérica) y los konservat lagerstätten, que destacan por la preservación excepcional de los restos, siendo habituales restos de tejidos blandos, organismos no biomineralizados y en conexión anatómica (Las Hoyas es el representante por excelencia de la Península Ibérica).

- LA FAUNA DE EDIACARA: Por último, no podía despedirme de Adolf Seilacher sin mencionar la hipótesis que más de cerca toca mi fibra sensible, pues tuve la suerte de que me la explicará José Luis Sanz en una clase a la que solamente asistí yo, el mismo día que conocí de forma informal a quien ha dirigido gran parte de mi trayectoria como investigador. 

Lo más interesante es que esta hipótesis fue construida desde la morfología construccional, y por tanto pone en práctica un modelo teórico que permite resultados repetibles.

Seilacher propuso que el factor filogenético no era fiable para interpretar la naturaleza de Ediacara (puesto que son la primera evidencia de vida animal, de 600 a 540 millones de años), así como tampoco lo era el factor funcional (interpretar la función de algo tan primitivo es, cuanto menos, muy arriesgado y parte de demasiadas hipótesis a priori).
Por tanto, la mejor manera de estudiar su naturaleza era comprender cómo estaban construidos, esto es, cuál era su plan corporal o bauplan.

La interpretación de los ecosistemas con biota de Ediacara

El plan corporal de muchos de los organismos de Ediacara es un enigma: formas que en ocasiones tienen una simetría bilateral (como la nuestra) y en otras ocasiones simetrías radiales (como la de las medusas y las anémonas) pero que siempre mostraban un patrón corporal común: una estructura segmentada con aspecto de colchón neumático.

Debido a este plan corporal único, Seilacher interpretó a estos organismos como un Phylum de animales filtradores más derivado que las esponjas (Phylum Porifera) pero más primitivo que las medusas (Phylum Cnidaria). Seilacher llamó a este grupo de organismos "Vendobiota". 

Esta hipótesis es de suma importancia, puesto que pone de manifiesto que la vida en la Tierra no es una cadena de eslabones que conducen de manera determinista al ser humano o hacia la inteligencia, sino que la vida explora muchísimas vías alternativas sin tendencias preferentes. En el proceso de explorar estas vías, muchos linajes acaban extinguiéndose por multitud de causas posibles.

Finalmente, quería terminar este homenaje diciendo que descanse en paz. Estas hipótesis y muchas otras le mantendrán con vida para siempre.

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