Los dinosaurios han sido, prácticamente desde su descubrimiento, musa de inspiración para artistas. Se han dibujado dinosaurios, se ha escrito sobre dinosaurios (tanto prosa como poesía) y han estado presentes en el cine y la televisión casi desde que nacieron esos medios.
Y, por supuesto, también se ha escrito música sobre o inspirada por dinosaurios. Tanto piezas orquestadas (como bandas sonoras de documentales o películas) como temas de música popular.
En el caso del cine de dinosaurios, podemos catalogar la música en dos tipos básicos:
La música para el cine de dinosaurios clásico refleja un intento de mostrar a estos animales a través de la música (lo que se llama un "retrato" musical). Es muy general el uso de la percusión y los ritmos muy marcados para imprimirle un ambiente selvático y primitivo a su retrato, dos características que son parte de la imagen popular de los dinosaurios (especialmente de aquellos trabajos previos a la Dinosaur Renaissance).
En esta categoría podemos encontrar las bandas sonoras de peliculas como "Baby, el secreto de la leyenda perdida" o "The Lost World".
La música para el cine de dinosaurios clásico refleja un intento de mostrar a estos animales a través de la música (lo que se llama un "retrato" musical). Es muy general el uso de la percusión y los ritmos muy marcados para imprimirle un ambiente selvático y primitivo a su retrato, dos características que son parte de la imagen popular de los dinosaurios (especialmente de aquellos trabajos previos a la Dinosaur Renaissance).
En esta categoría podemos encontrar las bandas sonoras de peliculas como "Baby, el secreto de la leyenda perdida" o "The Lost World".
Suite de la BSO de "Baby, el secreto de la leyenda perdida", de Jerry Goldsmith
En el cine de dinosaurios más contemporáneo podemos encontrar música bastante distinta. Esta música parece un intento de mostrar cómo influyen los dinosaurios sobre la sociedad humana. Para reflejarlo, la música trata de evocar las emociones que los dinosaurios despiertan en nosotros.
Las más típicas son 3: misterio, sobrecogimiento y, en el caso de los terópodos especialmente, miedo.
Un ejemplo clásico de esta banda sonora es "Parque Jurásico", en la que John Williams compuso una fanfarria épica y grandilocuente, un tema con coros de atmósfera misteriosa y un tema de cuatro notas que evoca el miedo.
Sin duda, la partitura de Williams ha marcado un "standard" de música para este género cinematográfico. En 1999 "Caminando Entre Dinosaurios" y su banda sonora se mostraron deudoras de la obra de Williams, evocando las mismas sensaciones.
Las más típicas son 3: misterio, sobrecogimiento y, en el caso de los terópodos especialmente, miedo.
Un ejemplo clásico de esta banda sonora es "Parque Jurásico", en la que John Williams compuso una fanfarria épica y grandilocuente, un tema con coros de atmósfera misteriosa y un tema de cuatro notas que evoca el miedo.
Sin duda, la partitura de Williams ha marcado un "standard" de música para este género cinematográfico. En 1999 "Caminando Entre Dinosaurios" y su banda sonora se mostraron deudoras de la obra de Williams, evocando las mismas sensaciones.
Fragmento de la BSO de "Caminando Entre Dinosaurios", de Benjamin Barlett.
Porque al final, la fórmula parece ser: "Si los dinosaurios pueden llegar a ser enormes, la música tiene que serlo aún más".
Publicada originalmente en El Cuaderno de Godzilin.