jueves, 18 de diciembre de 2014

El dinosaurio miedoso que no corría por temor a tropezar

De pequeños todos fuimos bastante más inconscientes que una vez entrada la edad adulta. Al menos la mayoría de mis colegas lo son, y lejos quedan los días de lamer mermelada de una navaja afilada, amarrarse a la rama de un árbol para realizar un brusco giro con una bicicleta o despeñarse cuesta abajo montado en un carrito de supermercado. Bueno, quizá no tan lejos... Pensándolo mejor, los seres humanos somos bastante inconscientes.

Y esto no es para nada exclusivo de los humanos, puesto que ocurre muy a menudo en el reino animal. No quiere esto decir que todos los animales sean suicidas impenitentes que no meditan sus actos dos veces antes de realizarlos, pero si es cierto que muchos animales corren en muchas ocasiones unos riesgos mucho mayores que el posible beneficio de su comportamiento.

A veces los animales cometen actos inconscientes sin que la recompensa del acto supere el riesgo que se corre. 

Es por eso que cuando algunos autores esgrimen el argumento de que los grandes dinosaurios bípedos no podrían correr a mucha velocidad porque una caída podría lastimarlos seriamente a mi me entra un pelín la risa floja.

Por poner en antecedentes a todos: existe un debate relativamente acalorado entre los paleontólogos acerca de las capacidades atléticas de los dinosaurios de mayor tamaño. Algunos defienden unos dinosaurios apenas capaces de desplazar su gran masa (aún quedan reductos de la Edad Oscura de los dinosaurios pre-Dinosaur Renaissance) y otros defienden dinosaurios muy atléticos, de agilidad superior a los mamíferos actuales. Por supuesto, entre ambos extremos existe una gran cantidad de estimaciones de la agilidad de los grandes dinosaurios, aunque por lo general estas tienden más hacia uno de los extremos que hacia el otro y pocas se quedan en el término medio.


Un terópodo abelisaurio de tamaño medio y con unas extremidades anteriores muy reducidas sufre una caída durante la carrera (dibujo por Mark Witton).

Dentro del debate acerca de las capacidades atléticas de los grandes dinosaurios entran las estimaciones de velocidad media y velocidad máxima, de las cuales ya hemos hablado anteriormente en el blog. Uno de los argumentos que utilizan los defensores de los dinosaurios letárgicos es que si un dinosaurio bípedo de grandes dimensiones a la carrera alcanzaba una velocidad suficiente y tropezaba caería con una aceleración suficiente para que la fuerza resultante le causara heridas serias, incluso letales. Esta caída además no podría ser amortiguada por las extremidades delanteras, demasiado cortas para alcanzar el suelo antes que el cráneo.

A priori parece un argumento bastante convincente: un animal no arriesgaría su vida de esa manera tan estúpida. Pero la realidad es que los animales, como comentábamos unos párrafos más arriba, lo hacen mucho más a menudo de lo que pudiera parecer en un principio. Comentemos un par de casos antes de seguir adelante con los dinosaurios:

Algunos mamíferos africanos de largos cuellos y delgadas patitas (las jirafas, vaya) se enzarzan en combates entre ellos con sus cuellos y se lanzan a la carrera al galope con fase aérea (es decir, en algún momento de la marcha ninguno de los miembros toca el suelo) a pesar de que un tropiezo con un cuello tan largo puede suponer una herida verdaderamente seria. Dentro de las aves, las avestruces también pueden tropezar durante sus galopes a gran velocidad sin poder amortiguar la caída. Y sin embargo lo hacen: las avestruces y las jirafas galopan pese al riesgo de caída.


Una jirafa al galope, con fase aérea. 


Otro ejemplo de inconsciencia que encontramos en los mamíferos es en nuestros parientes arborícolas, los gibones. Los gibones son animales con modificaciones en su esqueleto para el desplazamiento por las ramas mediante los brazos (braquiación), tanto que las cortas piernas y largos brazos de estos simios dejan patente que su locomoción por las ramas es menos torpe que el caminar. Pues bien, en sus andaduras por las ramas estos animales realizan saltos entre árboles a decenas de metros de altura, a riesgo de una caída letal y sin tener que estar entre la espada y la pared para realizarlo. ¡Y aún así lo hacen!

Atentos a alguno de los saltos que realiza este gibón. Una caída podría resultar letal.


Existen muchos otros ejemplos de este tipo de comportamientos, pero con estos podemos certificar que algunos individuos de especies diferentes pueden llegar a ser temerarios. Volvamos al mundo de la paleontología y del comportamiento que en pocas ocasiones llega a fosilizar. Estimar la velocidad máxima de un dinosaurio bípedo en base exclusivamente al valor en que la caída sería letal es una aproximación muy limitada.

El dato es sencillo de calcular: suponiendo una altura para el centro de masa del animal con una masa determinada se calcula el producto clásico F = m x a (Fuerza = masa x aceleración). Esta fuerza con la que impacta el dinosaurio contra el suelo será un vector con dos componentes: uno vertical, dependiente de la altura a la que se encuentre el centro de masas cuya aceleración es la fuerza de la gravedad; y otro horizontal, cuya aceleración depende de la velocidad a la que marchara nuestro dinosaurio. Por tanto, la fuerza con la que el dinosaurio golpeé el suelo solamente variará en función de la velocidad a la que se desplace el dinosaurio (el componente horizontal).

La letal caída de un tiranosaurio según Farlow et al. (1995) y cómo calcularla en su componente vertical.

Una vez calculadas las fuerzas de impacto se estima el valor necesario para causar daños severos y letales en los distintos tejidos de un dinosaurio a partir de datos de animales actuales. De esta forma se puede conocer a qué velocidad se tendría que desplazar un animal de masa "x" para sufrir según qué tipo de daños.

Y es un dato potencialmente muy útil. No limita la velocidad máxima de un dinosaurio bípedo (pues como hemos visto, no es imposible que corrieran riesgos), pero sí predice la existencia de patologías asociadas a caídas. Y estas patologías, de ser explicables por una caída y no por otra explicación (algo muy difícil, pero no imposible) nos daría una estupenda estimación de la velocidad a la que el animal corría: si tuvo una caída con una fuerza F suficiente para causar esos daños ello implicaría que el animal caminaba a una velocidad tan alta como para que la aceleración fuera la necesaria para generar esa fuerza.

Porque si tropezó era porque no tenía reparo en desplazarse a esa velocidad.


Sobran las palabras. Una bolita de pelo le calza una zancadilla a un tiranosaurio en el artículo de Farlow et al. (1995). 


En definitiva, esta es una asunción a la que parece que nos lleva el ascetismo científico: que los animales se comportan del modo en que harán correr a sus vidas el menor peligro, que actúan del modo que es energéticamente más eficiente y que nunca se salen de esos esquemas. Algo que es evidentemente falso.

Stephen Jay Gould se pasó la mitad de su vida divulgando acerca de las imperfecciones de la evolución y parece que muchos científicos parecen olvidarlo. La evolución no es una máquina perfeccionista, y con la etología de los organismos no iba a hacer una excepción: la realidad es que los animales se comportan de un modo impredecible en muchos casos. Y del mismo modo que ocurre en la actualidad, ocurriría de manera similar en el pasado.

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Más información: 

James O. Farlow , Matt B. Smith & John M. Robinson (1995) Body mass, bone “strength indicator,” and cursorial potential of Tyrannosaurus rex , Journal of Vertebrate Paleontology, 15:4, 713-725, DOI: 10.1080/02724634.1995.10011257

jueves, 4 de diciembre de 2014

Estuvimos allí: reuniones de la SEP y SVP

Aunque llevamos un tiempo casi sin publicar tenemos una serie de entradas en la recámara (ya preparadas o casi preparadas) que iremos soltando de aquí a final de año. En parte la ausencia de entradas de este tiempo se debe a que tanto Carlos como yo hemos estado muy ocupados en la temporada de congresos de Otoño 2014.

Ambos hemos presentado los resultados de nuestras investigaciones en dos congresos celebrados recientemente: Las XXX Jornadas de la Sociedad Española de Paleontología en Teruel y el 74th Meeting of the Society of Vertebrate Paleontology en Berlín (Alemania). Ambos congresos fueron muy diferentes, pero en ambos conocimos desde grandes popes a colegas que comienzan como nosotros sus andaduras en la investigación, en ambos se presentaron trabajos de investigación muy interesantes y en ambos se han forjado anécdotas que perdurarán durante mucho tiempo en nuestra memoria. 

Comencemos con la reunión de la SEP: Ambos pudimos asistir a este evento y presentamos nuestros resultados en forma de póster.

  • Dani para este congreso presentó una reinterpretación de los osteodermos de titanosaurio que se encontraron en la Península Ibérica y seguramente también en Europa, provenientes del yacimiento del Cretácico Superior de Armuña (Segovia). Podéis leer más en El Cuaderno de Godzillin.
    • Referencia: Vidal, D.; Ortega, F.; Sanz, J.L. (2014) Osteodermos de titanosaurio del Cretácico Superior de Armuña (Segovia): una reinterpretación a la luz de nuevos hallazgos. In: Royo-Torres, R.; Verdú, F.J.; Alcalá, L. (coord.). XXX Jornadas de Paleontología de la Sociedad Española de Paleontología. ¡Fundamental! 24: 151-154 
  • Carlos, por su parte, presentó un trabajo centrado en unos dientes de pequeño tamaño y de morfología singular encontrados en los sedimentos del yacimiento triásico de El Atancce (Guadalajara). Estos dientes se atribuyeron como pertenecientes a sauropterigios, pues a estos reptiles pertenecen otros restos encontrados en el yacimiento. Podéis leer más en El Cuaderno de Godzillin
    • Referencia: De Miguel Chaves, C.; Pérez-García, A.; Quesada, J.; Ortega, F. (2014) Dientes atribuidos a sauropterigios del Triásico Superior de El Atance (Guadalajara, España). In: Royo-Torres, R.; Verdú, F.J.; Alcalá, L. (coord.). XXX Jornadas de Paleontología de la Sociedad Española de Paleontología. ¡Fundamental! 24: 143-144.
Dani (izquierda) y Carlos (derecha) en la sesión de pósters de las XXX Jornadas de la SEP

Sigamos con el 74th Meeting de la SVP: 
  • Dani para este congreso presentó el artículo publicado este verano en PLoS ONE sobre osteodermos de titanosaurio de Lo Hueco y la reconstrucción hipotética de su armadura (de lo que podéis leer más aquí), así como una hipótesis inédita sobre la orientación anteroposterior de estas placas dérmicas. Podéis leer más en El Cuaderno de Godzillin.
    • Referencia: Vidal, D., Ortega, F., Sanz, J.L. 2014. Armoring the titans: studying the variability on the morphology of laurasian titanosaur osteoderms. Program and Abstracts. 74th Annual Meeting of the Society of Vertebrate Paleontology in Berlin, Germany, 247-248.
  • En el póster que presentó Carlos se trató sobre uno de los restos previamente mencionados: un cráneo de sauropterigio. El estudio preliminar de este fósil del Triásico Superior de Guadalajara ha permitido clasificarlo como una forma cercana al notosaurio simosáurido Simosaurus gaillardoti, y no a este género y especie concretos (como se pensaba previamente). Podéis leer más en El Cuaderno de Godzillin
    • Referencia: De Miguel Chaves, C.; Pérez-García, A.; Ortega, F.; Sánchez-Chillón, B.; Quesada, J.; Sanz, J.L. 2014. Systematic implications of a sauropterygian skull from the Upper Triassic of Guadalajara (Spain). Program and Abstracts, 74th Annual Meeting of the Society of Vertebrate Paleontology in Berlin, Germany, 118.
Algunos integrantes del Grupo de Biología Evolutiva y colaboradores junto con Rafa Royo (Dinópolis), Andrea Arcucci (Universidad Nacional de San Luis) y Jingmai O'Connor (Institute of Vertebrate Paleontology and Paleoanthropology).

sábado, 29 de noviembre de 2014

Querido Colin Trevorrow

Querido Colin:

Creo que está siendo complicado. Quizás no imaginaste que tendrías tantas dificultades cuando aceptaste dirigir Jurassic World. A lo mejor no pensaste que entrar en una saga tan popular y con tantos seguidores podría ser tan agotador. Es posible, incluso, que una vez que termines con JW estés tan harto que decidas alejarte de las grandes superproducciones y volver a películas más sencillas, sin tanta presión mediática. 

Las críticas han llovido desde el principio, desde aquel "No feathers" en un tweet tuyo de marzo de 2013. Aunque muchos aplaudieron tu decisión (ya sabes, esa opinión generalizada de "la ciencia ha arruinado los dinosaurios"), dicha decisión no estuvo exenta de polémica: era toda una declaración de intenciones, y a otra mucha gente no le gustó. No paró ahí la cosa: siguió cierto descontento por el hecho de que ninguno de los personajes originales apareciera en esta nueva secuela. Y después, el cabreo de fans ansiosos, que EXIGÍAN un trailer en la Comic Con de San Diego. Y más o menos por esas fechas ocurrieron esas filtraciones que tan poco te gustaron y que te obligaron a tomar medidas de seguridad todavía más estrictas, y que supusieron que salieran a la luz varios aspectos fundamentales de la trama. Y de nuevo, críticas y desconfianza hacia un proyecto al que estabas dedicando tanto tiempo.

Y pasaba el tiempo, y seguíais recibiendo la presión de los fans, que todavía querían un trailer. Y cuando por fin anunciasteis una fecha definitiva, se volvió a torcer todo: se filtró un trailer en malísima calidad un par de días antes, y Disney anunció el estreno del teaser de Star Wars para el mismo día. Exactamente el mismo día. Vuestra solución fue lanzar el trailer de Jurassic World dos días antes de lo esperado. Internet explotó. Millones de visionados en pocas horas, fuisteis trending topic en Twitter y todo el mundo hablaba de ello. La reacción general fue buena, pero ni siquiera aquí os habéis librado: se ha dicho que vuestro CGI resulta demasiado artificial, que se nota demasiado, que es todo ordenador; se ha criticado duramente la invención del dinosaurio híbrido; se mira con escepticismo la trama de los raptores entrenados. Y eso por no hablar de una facción dura, compuesta por paleontólogos, que han puesto el grito en el cielo debido a lo desactualizado de algunos dinosaurios.

Bien, antes de nada he de decir que estoy de acuerdo con algunas de las críticas. Como paleontólogo (o más bien debería decir proyecto de paleontólogo) hay cosas que me chirrían. Incluso esa frase de "Hemos aprendido más de la genética en los últimos diez años que en un siglo entero desenterrando huesos" le hace daño a mi corazoncito. Como dicen muchos de estos paleontólogos críticos, la película original era un canto de amor a la paleontología y los dinosaurios, y se caracterizaba por hacer una gran puesta al día de los lagartos terribles para el gran público. Apostando por raptores y otros terópodos escamosos, sin emplumar, se pierde todo eso: estás mostrando criaturas obsoletas, que poco tienen que ver con lo que sabemos hoy en día de los dinosaurios. Ya he comentado antes que no es una decisión fácil: el público no está preparado para dinosaurios emplumados (¿por qué piensan siempre en gallinas, y no en las majestuosas águilas o los terribles casuarios?) y ese es un factor muy importante. ¿Contentar al público general y enfadar a unos pocos paleontólogos, o satisfacer a los paleontólogos en aras de una mayor exactitud científica pero a costa de perder al público general? No es sencillo hacer una elección así. Además, imagino que dentro de la historia existirá alguna razón por la cual esos raptores están "desnudos".

Tampoco puedo decir que el tema del dinosaurio híbrido, súper-inteligente, súper-peligroso y súper-malvado me entusiasme. Cuando hubo aquella filtración de la trama hace unos meses no quise creerlo, y decidí pensar que solamente era un rumor. Pero ha resultado ser verdad, y estoy muy poco confiado respecto al tema. Me siento inquieto incluso tras haberse filtrado las imágenes del Lego del infame D-Rex, donde parece mucho más un dinosaurio normal (recuerda a un carcarodontosaurio) que una monstruosa aberración salida de una mala película de ciencia ficción, algo estilo Sharktopus. Aunque esté justificado dentro de la historia, esa mezcla de tiranosaurio, raptor, sepia, serpiente y quién sabe qué más me aterroriza. Como en el caso de los raptores escamosos, no puedo evitarlo.

Y sin embargo.... Sin embargo, te sigo en Twitter, te leo en entrevistas, y pienso que es posible que me esté precipitando. Observo todo el trabajo que estás haciendo, la atención que estás poniendo en todos los detalles, y entonces soy consciente de que de verdad crees en lo que haces, que estás ilusionado con ello. He visto cómo has trabajado con el guión, dedicando incluso bastante tiempo a una re-escritura del mismo, para que la historia fuera lo mejor posible. He visto cómo te decepcionan las filtraciones, que pueden arruinar todo el duro trabajo que estáis guardando celosamente para que la sorpresa sea mayor y la experiencia sea mejor cuando finalmente se estrene la película. Considero la vuelta de Phil Tippet, gran maestro de las marionetas y los animatrónicos (y aquel "supervisor de dinosaurios" que tan mal hizo su trabajo en JP1 :P), como un acierto enorme. Creo que tenéis un elenco fantástico, y Chris Pratt, la estrella del momento, es la mejor elección de todas. Veo tu fe en lo que estáis haciendo, y veo tu amor hacia el material original, tanto los libros como las películas, y cómo vas rescatando de ellos detalles y guiños que se habían pasado por alto antes. Me fascinan las webs recién lanzadas de Masrani Corp. y del propio Jurassic World, y la intra-historia desarrollada para Ingen durante estos años. Me enamora que el tiranosaurio no tenga el diseño del T.rex de JP1, sino que dé la sensación de que es EXACTAMENTE el mismo animal, y me enamora ese esqueleto de Spinosaurus, que me hace soñar que hay mucho por saber todavía sobre los eventos de JPIII. Leo tus entrevistas y tus tweets a los fans, a los que siempre tratas con respeto y les pides paciencia, y tu defensa de todas las críticas que os llegan. A quienes se quejan del CGI les dices que habéis construido una gran puerta real y que esa escena es solo para el trailer, que esperen. Das unas cuantas justificaciones para la trama del D-Rex, y maldita sea, coincido contigo y me terminas convenciendo (aunque sea a regañadientes). Haces ver que no es tan fácil domesticar a un raptor, y proporcionas unas explicaciones totalmente lógicas y razonables para explorar esa idea (y de pronto, algo que en un principio me había parecido una malísima idea, se convierte en lo más natural del mundo, y hace que la escena de Pratt en moto rodeado de raptores se convierta inmediatamente en lo más molón del trailer).

En definitiva, todas estas razones me hacen ver que quizás esté equivocado. Y me doy cuenta de que es imposible juzgar una película de dos horas en base a un trailer de dos minutos. Solo conocemos los detalles más generales de la trama, pero estoy convencido de que todavía aguarda mucho, muchísimo más. Quizás Jurassic World haya perdido por el camino parte de la esencia de la película original (mostrar al mundo la visión más actualizada de los dinosaurios, y enseñarles que eran animales reales, no monstruos devora-personas). No lo sé, es pronto para juzgar. Pero quizás Jurassic World haya decidido explorar nuevos caminos, caminos no recorridos previamente, a la vez que mantiene la esencia del libro: los problemas de jugar a ser Dios. Aunque no sea una película con dinosaurios "reales", habrá merecido sobradamente la pena si al final el resultado es una buena película de ciencia ficción. Sinceramente, tengo fe en que va a ser así.

Y por eso, cuando finalmente el parque abra sus puertas el 12 de junio, yo pienso estar allí el primero para comprobarlo.

Gracias por todo tu trabajo, Colin.



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Esta es mi opinión, y no creo que la de mi compañero Dani sea la misma. Posiblemente tampoco la de muchas de vosotros. Así que ya sabéis, pasad por la sección de comentarios y opinad!

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Esta publicación participa en el X Carnaval de Geología alojado por Biblioteca de Investigaciones.

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ENGLISH VERSION:

Dear Colin:

I think it has been complicated. Maybe you didn't imagine that you would have so many difficulties when you accepted to direct Jurassic World. Maybe you didn't think that going into a franchise so popular and with so many followers could be so exhausting. It is even possible that once you finish JW you're so sick you decide to get away from the big blockbusters and return to simpler movies without so much media pressure.

The criticism has happened since the beginning, since that "No feathers" tweet in March 2013. While many applauded your decision (you know, that general opinion of "science has ruined dinosaurs"), this decision was not exempt from polemic: it was a statement of intent, and many other people didn't like it. It didn't stop there: it continued with some dissatisfaction with the fact that none of the original characters appear in this new sequel. And later, the anger of anxious fans, who DEMANDED a trailer at the Comic Con in San Diego. And more or less at this time, these leaks occurred; these leaks that you liked so little and that forced you to take even more strict security measures, and that supposed that several fundamental aspects of the plot were going out to the light. And again, criticism and distrust towards a project to which you were dedicating so much time.

And time passed, and you continued receiving pressure from the fans, who still wanted a trailer. And when you finally announced a definite date, it went wrong again: a trailer was leaked on crappy quality a couple of days before, and Disney announced the release of the Star Wars teaser for the same day. Exactly the same day. Your solution was to launch the Jurassic World trailer two days earlier than expected. Internet exploded. Millions of viewings in a few hours, you were trending topic on Twitter and everyone was talking about it. The general reaction was good, but even here you have some complains: it has been said that your CGI is too artificial, that it is too much evident, that it's all computer; it has been criticized the invention of the hybrid dinosaur; the plot of tamed raptors is regarded with skepticism. And not to mention a hard faction composed by paleontologists, who have cried against some outdated dinosaurs.

Well, first of all I have to say that I agree with some of the criticism. There are some things that I don’t like as a paleontologist (or rather I should say as a future paleontologist). The “We have learned more in the past decade from genetics than in the past century of digging up bones.” phrase hurts my little heart. As many of these critical paleontologists say, the original film was a love song to paleontology and dinosaurs, and it was remembered for a great update of the terrible lizards for the general public. Betting on raptors and other scaly theropods, without feathering them, you lose all that: you're showing obsolete creatures, which have little to do with what we know today about dinosaurs. I mentioned earlier that this is not an easy decision: the public is not ready for feathered dinosaurs (why do they always think about chickens, and not about the majestic eagles or the terrible cassowaries?) And that is a very important factor. ¿To please the general public and to upset a few paleontologists, or to satisfy paleontologists in the interests of greater scientific accuracy but at the cost of losing the general public? It is not easy to make a choice like that. Furthermore, I can imagine that in the story there will exist some reason for which these raptors are "naked".

Neither I can’t say that I'm excited about the idea of a super-intelligent, super-dangerous and super-evil hybrid dinosaur. When there was that leak a few months ago I didn’t want to believe it, and I decided to think it was just a rumor. But it has proven to be true, and I'm very unconfident about it. I even feel restless after seeing images of the Lego's infamous D-Rex, which seems much more a normal dinosaur (it remembers a carcharodontosaur) than a monstrous-aberration-Sharktopus-style of a bad sci-fi movie. Although it is justified within the story, that mixture of tyrannosaur, raptor, cuttlefish, snake and who knows what else terrifies me. As in the case of the scaly raptors, it displeases me.

And however… And however I follow you on Twitter, I read you in the interviews, and I think that maybe I am precipitated. I watch all the work you're doing and the attention you put in every detail, and then I realize that you really believe in what you do, and that you're excited about it. I've seen how you worked in the script, even spending long time to re-write it, to make the story better. I've seen how you disappoint with the leaks that can ruin all the hard work you are jealously keeping so that the surprise is greater and the experience better when the movie finally debuts. I consider the return of Phil Tippet, Grand Master of puppets and animatronics (and that "dinosaur supervisor" who failed in JP1: P), like an enormous wise move. I think that you have a great cast, and Chris Pratt, the star of the moment, is the best choice of all. I see your faith in what you're doing, and I see your love for the original material, both books and movies, and how you are rescuing details from them, details that were overlooked before. I am fascinated by the newly released Masrani Corp. and Jurassic World websites, and by the intra-story developed for Ingen over the years. I love that the tyrannosaur doesn’t only have the design of the T.rex from JP1, but it gives the feeling that it is EXACTLY the same animal, and I love the Spinosaurus skeleton, which makes me dream that there is still much to know about the events in JPIII. I read your interviews and your tweets to the fans, whom you always treat with respect and how you ask them for patience, and I also read your defense from all the criticisms that come to you. You tell to those who complain about the CGI that you have built a real big door and that this scene is just for the trailer, and you ask them to wait. You give justifications for the D-Rex plot, and dammit, I agree with you and finally I end up convinced (albeit reluctantly). You say that is not so easy to tame a raptor, and you provide totally logical and reasonable explanations about why to explore that idea (and suddenly, something that looked like a terrible idea to me at first, turns into the most natural thing in the world, and makes that the motorcycle scene immediately becomes the coolest thing of the trailer).

In short, all these reasons make me realize that maybe I’m wrong. And I realize that it is impossible to judge a two-hour movie based on a two-minute trailer. We only know the most general aspects of the plot, but I am convinced that there is much, much more awaiting. Perhaps Jurassic World have lost the essence of the original film (showing the world the most updated representation of the dinosaurs, and teaching that they were real animals, not people-eating monsters). I don’t know it, it's early to judge. But perhaps Jurassic World has decided to explore new ways, while maintaining the essence of the book: the problems of playing at being God. Although not a film with "real" dinosaurs, it will be amply worthwhile if the final result is a good sci-fi movie. Honestly, I have faith that it will be.

And that’s why, when finally the park opens its doors on June 12, I plan to be there the first one to verify it and enjoy it.

Thanks for all your work, Colin.

martes, 14 de octubre de 2014

Tyrannosaurus rex en la Península Ibérica

FE DE ERRATAS: Con suma rapidez se me ha informado de que aunque ambos tiranosaurios del MUJA son "Stan" (BHI 3033) de cuerpo, con el fin de crear un dimorfismo sexual en el montaje, uno de ellos incorporó el cráneo del "Wankel rex" (MOR 555). Gracias a Francisco Ortega por el aviso.

FE DE ERRATAS II: Y para terminar de esclarecer el asunto de los tiranosaurios copuladores del MUJA, nos ha escrito Ome (Jose Ignacio Ruiz Omeñaca). Nos cuenta Ome que el esqueleto de ambos tiranosaurios del MUJA es el MOR-555 (Wankel rex) salvo el cráneo de la hembra, que es un clon de BHI-3033 (Stan). Al esqueleto de la hembra también le modificaron los cheurones (huesos de la cola, ventrales a las vértebras y homólogos de las raspas de los peces) para introducir dimorfismo sexual. ¡Muchas gracias!

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Después de tanto revuelo con nuestro amigo Spinosaurus vamos a hablar de quien debió ser el vencedor de la famosa pelea en Jurassic Park III: el Tyrannosaurus rexTyrannosaurus rex es un dinosaurio muy bien conocido, representado por una cantidad muy grande de ejemplares recuperados, muchos de ellos muy completos. T. rex por tanto es un organismo modelo excelente para conocer la paleontología de los grandes terópodos.

Y vamos a hacer un pequeño homenaje al "rey de los dinosaurios", aprovechando que el pasado 5 de Octubre cumplió 109 años de su publicación, hablando de qué ejemplares podemos consultar (aunque sea como réplicas) en la Península Ibérica. Así que ahí vamos:


AMNH 5027 - Seguramente sea mi ejemplar favorito. Este tiranosaurio fue el segundo (tercero si contamos con el holotipo de Dynamosaurus imperiosus, que realmente es un tiranosaurio) en ser descubierto y, hasta la mitad de la década de los 1980, el ejemplar más completo que se conocía. Fue excavado por el equipo de Barnum Brown, del Museo Americano de Historia Natural en Nueva York, en la formación Hell Creek (Montana). Durante décadas, además, solamente estuvo su esqueleto completo montado en el antes mencionado museo, de modo que si alguien quería ver un T. rex era obligatorio viajar a Nueva York, de modo que fue una atracción turística muy importante (y, a día de hoy, continúa siéndolo aunque de forma menos exclusiva).

Si hay algo que es inconfundible del 5027 es su cráneo: hocico corto, mandíbula muy robusta y las cavidades de las replicas rellenas con algo que simulaba el sedimento. Este cráneo robusto y corto es el que ha moldeado la imagen popular de Tyrannosaurus, siendo incluso la inspiración para el logo de Parque Jurásico y el modelo que se utilizó para esculpir la versión de carne y hueso de la misma película. De hecho, en la novela, el Dr. Alan Grant y el nieto de John Hammond, Timmy, discuten acerca del montaje clásico del Museo Americano (que no sería modernizado hasta 1995), incidiendo en que la reconstrucción original portaba demasiadas vértebras caudales. Cabe destacar que hasta la década de 1990 este ejemplar era el único expuesto en todo el mundo (el holotipo se expuso a mediados del siglo XX, pero estaba en su gran parte compuesto por una réplica del 5027), lo que hacía que el Museo Americano de Nueva York fuera una atracción muy popular (algo que, por otro lado, no ha dejado de ser nunca).

En España tenemos la suerte de poder contemplar dos réplicas del cráneo de este dinosaurio. La primera se encuentra expuesta en Madrid, en el Museo Nacional de Ciencias Naturales, y la segunda en Sabadell, en el Institut Català de Paleontología. 





BHI 3033 - Mejor conocido por el sobrenombre de "Stan", en la actualidad debe ser el tiranosaurio (y también el fósil) más replicado y expuesto de todo el mundo. Fue hallado a comienzos de la década de los 90 por el Black Hills Institute (BHI), una empresa dedicada comercialmente a la búsqueda de fósiles. Por suerte, el BHI está muy dispuesto a la cooperación con la "paleontología académica" y, además de permitir acceso a sus fósiles, tiene a la venta una réplica de este ejemplar a un precio asequible (para una institución o para un individuo con una buena cantidad de dinero para gastar). Por si os pica la curiosidad, también lo venden a gusto de Jack el Destripador ("por partes"), de modo que si queréis decorar vuestra sala de estar con una réplica muy fidedigna del cráneo de este Tyrannosaurus lo tenéis a un precio medianamente asequible (4500 €).

Pero no desvariemos (más) y comentemos algo de este ejemplar. Además de ser uno de los tiranosaurios más completos que se han recuperado tiene también el cráneo mejor preservado que ningún otro tiranosaurio, apenas sin deformar. Esto ha hecho que se convierta en un ejemplar muy valioso para estudiar tanto su anatomía encefálica como la biomecánica de su mordida. Una peculiaridad de "Stan" (que también pueden observarse en "Sue", otro tiranosaurio muy completo) son unos orificios en la región posterior del cráneo y el dentario izquierdo. Estos se han interpretado bien como episodios de lucha con otro tiranosaurio o bien como una infección parasitaria que provoca lagunas en el tejido óseo (y que aún afecta a las aves actuales).

En España tenemos la suerte de poder contemplar un esqueleto completo del BHI 3033 en Teruel, en el Museo Aragonés de Paleontología (Dinópolis). En el Museo del Jurásico de Asturias se puede observar el cráneo de BHI-3033 en la hembra de uno sino dos esqueletos en un montaje más que peculiar. Réplicas del cráneo sin esqueleto pueden contemplarse en varios emplazamientos más, y por una cantidad anecdótica se pueden adquirir réplicas de un diente en tiendas de varios museos.

En Portugal existe una réplica de su cráneo en el Museu Nacional de Historia Natural e da Ciencia em Lisboa.

Este montaje esquelético es ya todo un clásico que merecería otro post. Por el momento, solamente mencionar que es un montaje esquelético único en el mundo, pues no existen otros dos dinosaurios (ni otro vertebrado fósil) en cópula expuestos en ningún otro lugar del mundo.
ACTUALIZACIÓN: El cráneo de la hembra es el del ejemplar BHI-3033.

MOR 555: Este ejemplar, descubierto por la granjera Kathy Wankel en 1988 y excavado por el equipo de Jack Horner, fue el primer tiranosaurio completo hallado desde la excavación del AMNH 5027. Es uno de los tiranosaurios más completos que existen, con aproximadamente el 85% del esqueleto recuperado. Además fue el primer tiranosaurio del que se recuperó una extremidad anterior completa, poniendo de manifiesto que era mucho más robusta y corta de lo que se pensaba anteriormente.

Este tiranosaurio ha estado casi 25 años depositado en el Museum of the Rockies en Montana, pero sus propietarios acaban de cederlo por 50 años a la Smithsonian Institution, que lo expuso desde justo hace hoy mismo 16 de Octubre un año hasta su cierre en Abril de 2014 para la renovación de la exhibición. Durante los años que estuvo en el MOR (de ahí su sigla) se realizaron estudios moleculares por Mary Schweizer, quien encontró en cortes de los huesos largos restos del grupo Hemo, el cual forma parte de las biomoléculas hemoglobina y mioglobina.

En España tenemos la curiosa casualidad de poder contemplar su cráneo y esqueletos en el MUJA, ya que con el fin de dotar a esa exhibición de dimorfismo sexual se emplearon dos cráneos. Uno de los tiranosaurios lleva un cráneo de "Stan" (la hembra). El esqueleto es en ambos una réplica del MOR-555, modificándose los cheurones en la hembra según la hipótesis de Peter Larsson del BHI (aunque actualmente está desacreditada) según la cual las hembras de Tyrannosaurus los tendrían reducidos.

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De entrada, agradecer a quienes me han soplado dónde están algunos de los ejemplares: mi compañero de blog Carlos, Francesc Gascó y Pedro Mocho. Quisiera agradecer también a Francisco Ortega, Jose Ignacio Ruiz-Omeñaca y a Adolfo Cuétara (de Dinokinetics) por sus comentarios sobre los tiranosaurios del MUJA.

Os animo a que, si sabéis de algún sitio en la Península Ibérica donde ver una réplica de Tyrannosaurus que no haya mentado, por favor dejarlo en los comentarios.

Por último, a modo de resumen, estos son los ejemplares de T. rex que podemos visitar en la Península Ibérica:

AMNH-5027:


BHI-3033:


MOR-555:

domingo, 21 de septiembre de 2014

Las mil caras del nuevo Spinosaurus

No vamos a entrar en el debate sobre Spinosaurus por aquí. Precisamente hemos dejado pasar unos días para alejarnos de todo el ruido mediático para poder abordar el tema con más calma. Aunque tenemos nuestra opinión, no vamos a dejarla caer por el momento: en numerosas webs y blogs, tanto en castellano como en inglés, podéis poneros al día y formaros la vuestra propia. Las hay de todo tipo: a favor, en contra, están los neutros, los que están en contra de estar en contra, matizaciones de los que están en contra, gente a favor de no estar a favor, reinterpretaciones y mil combinaciones más.

Desde luego, el nuevo look de Spinosaurus trae cola; un hallazgo tan relevante siempre tiene tirón. Y cuando encima hay tanta controversia, todavía más si cabe. Y lo que es mejor todavía, trae consigo un montón de coñas y reinterpretaciones por parte de todo el mundo. La entrada de hoy en Dinosaur Renaissance está para eso: hacer un repaso a algunas de las más curiosas recreaciones del nuevo Spinosaurus.

Una de las impresionantes ilustraciones originales de Davide Bonadonna para el artículo recientemente publicado (aquí un artículo sobre la génesis del dibujo).

Sea correcto o no, hay mucha gente escéptica con la supuesta postura cuadrúpeda del "animalico" cuando estaba en tierra firme. Desde luego, cuesta imaginarle caminando, con esas patitas traseras tan pequeñas, y las delanteras apoyadas en el suelo cual gorila. Por si alguno de vosotros está en la inopia y todavía no ha visto la famosa imagen del espinosaurio cuadrúpedo, también obra de Bonadonna, aquí la tenéis. Desde luego, como ya ha comentado mucha gente por ahí, es la viva imagen de un dragón acuático.


Y a partir de aquí, el desvarío. Una versión mucho más rara de la que proponen los autores del artículo y Bonadonna es la sugerida por el siempre polémico Luis Rey (aunque con el paso del tiempo y los numerosos descubrimientos de dinosaurios emplumados, últimamente lo es mucho menos). Rey nos ofrece un espinosaurio cuadrúpedo, sí, pero puesto que se le supone principalmente acuático, opta por un animal mucho más torpe en tierra, con claras reminiscencias de foca.

El espinosaurio pinnípedo de Luis Rey (vale, vale, no se puede decir que el fondo se lo haya currado mucho... pero uno se imagina fácilmente al bicho así, ¿no?)

Pese a lo relativamente cómico que pueda resultar imaginarse a Spinosaurus medio varado en una orilla, la aproximación de Rey es seria. No es ese el caso del siguiente boceto, obra del ilustrador Niroot Puttapitat, en el que se hace leña del árbol caído y directamente se chotea de las nuevas proporciones del que se considera el mayor terópodo descubierto hasta la fecha.


Más o menos a la vez, y de manera similar, en lo que podríamos considerar un claro caso de convergencia (oighs, qué excelso manejo de los conceptos evolutivos poseo), el archiconocido Paleofreak nos deleitó con una imagen bastante parecida en su cuenta de Twitter. Retocando la ilustración original de Bonadonna, y de manera todavía más exagerada que Niroot Puttapitat, hizo que Spinosaurus arrastrara los morros por el suelo.


Pero el Paleofreak tiene una mente inquieta, y decidió que esto no era suficiente. Fuerte defensor de la plumosidad en todos o casi todos los dinosaurios, su espinosaurio vago no iba a ser menos. Pocos minutos después de la primera versión, actualizó y emplumó a la pobre criatura.


Una versión igualmente arrastrada que la del Paleofreak y Puttapitat es esta que nos ofrece Adrian Wimmer, de Alemania. Sin embargo, se toma más en serio la forzada y supuesta postura cuadrúpeda (maldita sea, me parece que, sin quererlo, ya nos estamos mojando con el tema), y consigue que su espinosaurio recuerde bastante a los cocodrilos, aunque también tiene cierto aire al Spinosaurus foca de Rey.


Tenemos dos imágenes más de Wimmer. En la primera de ellas, sigue asumiendo como ciertas las proporciones propuestas por Ibrahim et al. en su artículo, pero da la sensación de que no traga tanto con la posición cuadrúpeda.  En su lugar, opta por mantener la postura bípeda del espinosaurio con las nuevas proporciones, recurriendo básicamente a atrasar el centro de gravedad verticalizando al animal.

(¡Perdón por la marca de agua!)

La tercera y última ilustración de Adrian Wimmer es anterior a la publicación del artículo. ¿Anterior? Sí, porque varias semanas antes del lanzamiento oficial se había filtrado ya cierta información y se tenía una ligera idea de por dónde iban los tiros. Así, Wimmer recreó una hipótesis propuesta en el blog Antediluvian Salad, según la cual el nuevo y paticorto Spinosaurus podría desplazarse arrastrándose sobre el fango y alimentándose allí. Cuanto menos curioso.


El siguiente dibujo también está inspirado en otra interpretación del nuevo descubrimiento. Desde el blog Theropoda, escrito por Andrea Cau, se propone una posición flexionada del cuello de Spinosaurus; esta permitiría, según Cau, mantener una postura bípeda a la vez que se conservan las nuevas proporciones descritas. El artista Joschua Knüppe parte de esta premisa para ilustrar varias versiones de este espinosaurio de cuello doblado, dos de ellas no demasiado ortodoxas, todo sea dicho.


Igual de heterodoxa y original es la propuesta de Sergio Pérez, que nos ofrece un ejercicio de especulación digno de All Yesterdays. Sergio sitúa a Spinosaurus en aguas poco claras, cubiertas de un tapete de vegetación, y el color que le da le viene al pelo para camuflarse en ese entorno. Pero todavía le resulta más útil el conjunto de protoplumas situado a lo largo de toda la vela, lo que le confiere el aspecto de un montón de vegetación más entre los muchos que flotan en el agua. Es la manera perfecta para esconderse y acechar a sus presas.


Precisamente ese modo de vida acuático es lo que más le ha llamado la atención de todo este follón a Aitor I. Eraña, dibujante de cómics y autor de "R.I.P." (volúmenes I y II) y de "Dark Lord", entre otros. Con su característico estilo, Aitor nos muestra a nuestro terópodo de moda pillando por sorpresa a un pterosaurio genérico. Aitor no es paleontólogo y por tanto podríamos ponernos quisquillosos y técnicos con su dibujo, pero no lo vamos a hacer porque lo cierto es que está muy chulo y es de lo más resultón.


Seguimos con dibujos de corte más caricaturesco y os mostramos una ilustración de cómo sería el espinosaurio de Jurassic Park III tras pasar el filtro de los últimos descubrimientos, obra de Richard Andersson, de Suecia. Es curioso el hecho de que, pese a haberle actualizado las proporciones de las extremidades y la forma de la vela, y haberle cambiado el color (más acorde a un modo de vida acuático), sigue dando la sensación de seguir siendo básicamente el mismo monstruo mata-tiranosaurios de JP III. Yo creo que se debe sobre todo al cráneo que le diseñaron en la película (y que Andersson conserva aquí), relativamente alejado del cráneo real de Spinosaurus (o lo que se cree hoy en día que es el cráneo real) y mucho más parecido al de Baryonyx.


Y ya que estamos con Parque Jurásico III... aquí una explicación de cómo se llegó a esa imagen de gigantesco terópodo asesino y despiadado que se ve en la película, cortesía de HodariNundu. Básicamente, el pobre espinosaurio llegó al primer día de rodaje con sus patitas cortas, sus pies de pato y toda su ilusión... y los de Universal se le pusieron farrucos.


Para finalizar, os dejamos con dos dibujos/bocetos más de HodariNundu. En el primero de ellos, se ven dos versiones de Spinosaurus y su nuevo look (con piel y sin piel recubriendo las altas espinas neurales de las vértebras), con interesantes (e inventados, claro) comportamientos de caza y defensa. En el segundo, más un "bonus" que una nueva ilustración de Spinosaurus propiamente dicha, HodariNundu nos presenta a Plataleasaurus, un espinosáurido (esta vez terrestre) completamente inventado, convergente con las espátulas. Un animalico totalmente ficticio, pero para mí es una idea de lo más interesante e incluso algo no descabellado. ¿Quién sabe qué nos depara el futuro de la paleontología?



En definitiva, mil versiones distintas, mil recreaciones distintas... Parece que vamos a tener debate debate sobre Spinosaurus para largo hasta que salgan nuevos datos que confirmen o refuten la última hipótesis propuesta por Ibrahim y los demás autores del artículo, pero de momento, nos está sirviendo para que decenas de artistas nos deleiten con sus trabajos. Hay muchas, muchas más ilustraciones, más ajustadas a la imagen que propone el artículo, pero aquí hemos querido enseñaros aquellas más originales, aquellas que se salían de lo establecido. Esperamos que, pese a la extensión del post, las hayáis disfrutado.

miércoles, 27 de agosto de 2014

Aprende con Primeval: Pachycephalosaurus

Si no contamos a las aves (en un episodio de la primera temporada pulularon unos dodos por ahí), en Primeval no aparecieron dinosaurios hasta la segunda temporada (lo cual, en mi opinión, es un acierto: hay muchísimas criaturas prehistóricas fascinantes más allá de los "lagartos terribles"). En honor a nuestra serie petarda favorita, en Dinosaur Renaissance hemos hecho lo mismo, y hemos dejado pasar algunas entregas de "Aprende con Primeval" antes de llegar a los dinosaurios. Pero hoy ese día ha llegado, y lo hace con un dino presente tanto en la serie inglesa como en su spin-off canadiense (con resultados dispares, eso sí). Lectores de Dinosaur Renaissance, dadle la bienvenida a Pachycephalosaurus.

Ejemplar de Pachycephalosaurus en una exposición en Japón (imagen tomada de Wikipedia).

Pachycephalosaurus, del que solamente se ha nombrado una especie, P. wyomingensis, es un género de dinosaurio paquicefalosáurido (el más grande de todo el grupo) del Cretácico Superior. Sus restos, no especialmente abundantes, se han encontrado en Norteamérica (en Montana, Wyoming y Dakota del Sur), en estratos del Maastrichtiense (justo a finales del Cretácico), lo que lo convierte en uno de los últimos dinosaurios no aviares. Los paquicefalosáuridos se caracterizan por presentar largas colas y patas traseras, pequeñas extremidades anteriores y sobre todo un característico cráneo compuesto por hueso de un grosor considerable en forma de domo. Estos compactos cráneos siempre se han interpretado como un mecanismo de combate entre individuos (machos, posiblemente), en el que los contrincantes se embestían brutalmente domo contra domo. Otra hipótesis propuesta es que la función de estas estructuras era mucho más visual, usándose para el reconocimiento. Parece que los paleontólogos no terminan de ponerse de acuerdo sobre esto: se afirmó en su momento que la morfología craneal y post-craneal de los paquicefalosaurios no era adecuada para enfrentamientos de este tipo, cráneo contra cráneo. Como consecuencia, se propuso posteriormente una hipótesis en la que los rivales golpearían sus cabezas lateralmente, como ilustra perfectamente este dibujo de Ryan Steiskal.


Sin embargo, un reciente estudio de 2013 hace un repaso a los diferentes cráneos y domos aislados de paquicefalosáuridos, y se centra en distintas fracturas y agujeros en los que nadie se había fijado previamente, por ser considerados consecuencia de la erosión de los fósiles. En el artículo, sin embargo, se interpretan como lesiones causadas durante enfrentamientos entre individuos, llamando la atención sobre el hecho de que solamente aquellos individuos con el domo más desarrollado presentan estas características, lo que da cierto peso a la hipótesis de que solo los machos, que presentaban cráneos más grandes, se enfrentarían entre sí. No está claro todavía de qué manera las utilizarían, pero sí que parece más que probable que los paquicefalosaurios usaban sus peculiares cabezas en el comportamiento agonístico.

¿Algo más? Ah, sí, un pequeño apunte sobre la dieta: son animales considerados principalmente herbívoros, pero la morfología de sus dientes desde luego no parece tan eficaz para "masticar" plantas como en otros grupos de dinosaurios. Una dieta omnívora tampoco se descarta para estos bichos; al igual que en el caso de los cráneos, no se dispone todavía de la suficiente información debido a la relativa escasez de sus restos en el registro fósil.

"Vertigo", con dos paquicefalosaurios llevándose bien en una apacible y segura llanura. Imagen de Christian Masnaghetti.

Y ahora es cuando llega el turno de hablar de Primeval, claro. Y lo haremos empezando con Primeval New World, en cuyo capítulo 8 de la primera (y única) temporada nos encontramos con un ejemplar de Pachycephalosaurus campando a sus anchas por Vancouver. Lo cierto es que el dinosaurio no cuenta aquí con demasiados minutos en pantalla y tiene más importancia por ciertos eventos que desencadena después que por su mera aparición. Aún así, está razonablemente bien diseñado, animado e integrado en la imagen (a ver, tampoco es una película... pero para televisión sí vale). Además, aparece como un animal tranquilo y relativamente pacífico, incluso bastante curioso... hasta que se ve reflejado  en un cristal, se confunde a sí mismo con un rival y se lía a topetazos con el escaparate.

Imagen promocional de Primeval New World, con el paquicefalosaurio atravesando una anomalía.

Hay un pequeño detalle sobre este paquicefalosaurio que me gusta mucho. En un momento del capítulo, se descubre que el animal se encuentra en un estado algo alterado... por haber consumido hongos alucinógenos (no parece descabellado que un omnívoro consuma setas, ¿verdad?). Quizás, lo que fuera que comiera en el ambiente cretácico del que provenía le diera ese carácter curioso y peculiar del que hace gala. Obviamente, no hay ninguna prueba de que los paquicefalosaurios hicieran cosas así... pero lo cierto es que hay numerosos casos de animales "drogadictos". Es habitual que monos, lemures, elefantes, moscas, cabras, gatos, delfines y un largo etcétera, consuman alcohol o sustancias alucinógenas que les dejan... tocadetes, por así decirlo, durante un rato. Y además, suelen repetir. Personalmente, fue un guiño gracioso de la serie que a mí me gustó ver.

Para muestra, un botón: algunos animales yonkis.

Por otro lado, la versión de Pachycephalosaurus que nos ofrece Primeval U.K. es bastante más exagerada. Permitidme que retome la parte teórica del post otra vez: seguro que recordáis la entrada que hizo mi compañero Dani hace algunos meses sobre los pokémon y la ontogenia y filogenia en dinosaurios. Nos viene al pelo para esta ocasión, porque ya allí hablaba de Pachycephalosaurus y de dos dinosaurios emparentados de la misma época y entorno, Stygimoloch y Dracorex. Estos dos géneros, ambos paquicefalosaúridos que compartieron hábitat con Pachycephalosaurus, han sido propuestos por varios estudios en los últimos años como formas juveniles o hembras de este último. No hay un consenso claro todavía sobre esto, pero parece que la hipótesis de que Pachycephalosaurus, Stygimoloch y Dracorex eran el mismo animal tienen cierta aceptación general.

Comparación de los cráneos de Dracorex, Stygimoloch y Pachycephalosaurus, colocados de izquierda a derecha en el hipotético desarrollo ontogenético. Imagen de Leila Battison.

¿Por qué os he contado esto? Porque, como he comentado, ya en la serie inglesa había aparecido uno de estos dinosaurios antes del paquicefalosaurio de New World; solo que, en este caso, habían decidido representarlo como Dracorex. Bueno, como Dracorex o como cualquier otra cosa, porque cualquier parecido de la criatura de Primeval con el D. hogwartsia (sí, el nombre específico hace referencia a la escuela Hogwarts de la saga de Harry Potter) real es pura coincidencia. Echad un vistazo:

A la izquierda, una recreación del aspecto real de Dracorex hogwartsia (suponiendo que fuera un género válido). A la derecha, Dracorex tal y como aparece en Primeval.

Independientemente de que fuera un género aparte o un juvenil de Pachycephalosaurus, el "rey dragón de Hogwarts" era un animal no demasiado grande, y desde luego bastante más pequeño que P. wyomingensis (aquí una comparativa). Entonces, ¿por qué mostrar a un enorme Dracorex, mucho más grande que el animal real? Da la sensación de ser incluso más grande que el paquicefalosaurio de New World.

La tercera temporada de Primeval se caracterizaba por jugar con la asociación entre los animales de las anomalías y las criaturas del folklore popular y la mitología, como ya pasaba con el Pristichampsus. En el caso del Dracorex, que aparece por primera vez en la tercera temporada, ocurre lo mismo: jugando con su nombre, los guionistas de la serie decidieron darle una apariencia mucho más draconiana para darle más gracia a la historia. Así, todos los cuernos, púas, pinchos, bultos y protuberancias del cráneo están muchísimo más exagerados; el hocico es algo más largo de lo que correspondería y, pese a ser herbívoro, cuenta con unos afilados dientes en la boca. Aunque los paquicefalosáuridos tenían unas extremidades anteriores relativamente cortas, este Dracorex presenta unos largos brazos y unas larguísimas y erróneas manos. A todo esto sumad además dos extrañas velas en el lomo, a modo de alas, aun cuando nada parecido se ha encontrado en el registro fósil. Por tanto, no es de extrañar que este animal sea confundido con un dragón cuando llega a la Edad Media a través de una anomalía.

Imagen promocional de la tercera temporada de Primeval: el Dracorex se enfrenta a un caballero medieval.

Este Dracorex es, además, un animal bastante agresivo, aunque lo cierto es que no mata a nadie ni nada por el estilo. A decir verdad, aunque es bastante malhumorado, no se comporta de manera diferente a otros herbívoros con mala leche como jabalíes, rinocerontes, elefantes o hipopótamos: la mayoría de las veces huye cuando se ve acosado, pero cuando se le acorrala termina embistiendo como buen paquicefalosaurio que es. Incluso en algún momento conseguimos verle más tranquilo, bebiendo agua o comiendo plantas. Resulta también curioso que los protagonistas se refieren a este dinosaurio como "Princesa", por lo que cabría esperar que fuera una hembra, incluso con sus grandes cuernos.

Aunque el diseño de este Dracorex es bastante feote, extravagante y poco adecuado a la realidad, por lo demás el animal está más o menos bien animado y no chirría demasiado en ese aspecto. Sea como sea, parece que, al contrario que en la realidad, el Dracorex del universo de Primeval es un animal diferente de Pachycephalosaurus.

Os dejamos con Luis Chiappe hablando sobre este dinosaurio en "The Real Creatures of Primeval".


viernes, 15 de agosto de 2014

Osteodermos de titanosaurios de Lo Hueco: La historia

Bueno, por fin puedo escribir algo sobre lo que llevo casi dos años trabajando, que es la armadura dérmica de los saurópodos titanosaurios. Los osteodermos fueron mis primeros pinitos de investigación original en la paleontología de vertebrados, parte de mi Proyecto Fin de Carrera de la Licenciatura de Biología en la Universidad Autónoma de Madrid. Ahora, casi dos años y medio después de comenzar a investigar sobre ellos, hemos publicado los resultados obtenidos y sus interpretaciones en la revista PLoS ONE.

Ya que se encontrarán en otros blogs (como en El Cuaderno de Godzilín) explicaciones acerca de su contenido, aquí me gustaría narrar un poco cosas que no son parte del artículo pero que tienen también su interés y que en el fondo pueden quedar como testimonio de lo distinto que parece el hacer ciencia (investigar) y escribir la ciencia (plasmarlo en una publicación).


Imagen 1 - Un servidor sujetando uno de los osteodermos más grandes del mundo (foto por Carmen Coto).
Esta historia comienza conmigo un par de años más joven buscando un tema para la asignatura Proyecto Fin de Carrera (PFC). Desde que entré en la carrera (y antes) tenía intención de hacer paleontología de dinosaurios, y tuve la suerte de entrar en la Universidad en la que está uno de los primeros grupos de investigación españoles dedicados al estudio de dinosaurios y otros reptiles mesozoicos.

Fui a pedirle el proyecto a José Luis Sanz, catedrático de la Unidad de Paleontología, quien me prometió pensar en algo. Fiel a su palabra, tras un par de ideas que al final no pudieron ser me propuso estudiar con más detalle los osteodermos del yacimiento de Armuña (Segovia), que ya habían sido descritos en los años 80 por el propio Sanz y Ángela D. Buscalioni.

Imagen 2 - Los dos osteodermos del yacimiento de Armuña descubiertos a mediados de los años 80 y publicados en el año 1987 por José Luis Sanz y Ángela D. Buscalioni

Los osteodermos del yacimiento de Armuña son preciosos: la bella ornamentación está perfectamente preservada en un tono marrón oscuro y apenas presentan deformación. La única lástima es que están fragmentados y que estos no casan entre sí. Los fragmentos se podían agrupar en dos grupos, pero tampoco se podía ir mucho más allá sin un osteodermo completo como referencia. Los fragmentitos (el diminutivo es por su tamaño minúsculo) de osteodermos asociados a Lirainosaurus no eran tampoco esclarecedores.

No obstante, el yacimiento de Lo Hueco (Cuenca) si había proporcionado una ingente colección de osteodermos de titanosaurio completos que además presentaban morfologías muy variadas. Conocí estos osteodermos de mano de Francisco Ortega en la X EAVP de Teruel ese mismo verano, y tanto él como José Luis Sanz coincidieron en que si primero comprendíamos la gran variabilidad presente en Lo Hueco sería más fácil interpretar los fragmentos de Armuña.


Imagen 3 - Tres osteodermos "bulb and root" del yacimiento de Lo Hueco, que representan la clina morfológica: arriba un osteodermo muy alargado y con bulbo cóncavo, abajo (derecha) un osteodermo moderadamente alargado con bulbo convexo (en forma de espina) y abajo (izquierda) un osteodermo redondeado con bulbo plano (en forma de escudo). Como se puede ver, son muy variados, pero siempre con dos regiones: el bulbo (redondeado) y la raíz (triangular)

De modo que decidimos incorporar al estudio los osteodermos de Lo Hueco. Al comenzar la investigación pudimos determinar que:

  • Los osteodermos del Cretácico Superior de Europa son todos del mismo morfotipo, conocido como Bulb and Root, presentes también en muchos otros yacimientos del mundo. Esto representaría la condición primitiva en los osteodermos de titanosaurio --> imagen 4.
  • Los osteodermos de Lo Hueco presentan una clina morfológica en la que existen dos extremos (osteodermos alargados y osteodermos redondeados) con osteodermos de todo tipo de morfología entre medias de los extremos (más redondeados o más alargados) --> imagen 4.
  • La morfología del bulbo de los osteodermos está relacionada con la morfología general: 1) si son muy alargados el bulbo es cóncavo y el cíngulo muy prominente, 2) si son moderadamente alargados el bulbo es convexo (cuanto más alargado, menor es la convexidad) y 3) si son redondeados el bulbo es plano --> imagen 3.


Imagen 4 - Figura 6 del artículo publicado en PLoS ONE en la que se puede observar la clina morfológica obtenida matemáticamente a través de un análisis elíptico de Fourier sobre la silueta de los osteodermos. Abajo está la clina, vista de un modo más visual que en una gráfica, con distintos ejemplares de osteodermos.
De modo que, grosso modo, sabíamos que los osteodermos "bulb and root" no se dividen en categorías en base a su aspecto, sino que entre las morfologías extremas existe un gradiente en el que hay formas intermedias y formas que se parecen más a los extremos (clina, Imagen 4). ¿A qué podía responder esta clina? Cualquier opción era una buena respuesta: cambio en los osteodermos durante el crecimiento (variabilidad ontogenética), diferentes osteodermos para especies diferentes pero cercanamente emparentadas (variabilidad intra-específica), variabilidad dentro de un mismo individuo... Esta cuestión no podía responderse por el momento.

Esos tres puntos mentados arriba fue lo que se llegó a saber para publicar en la memoria del PFC. No obstante, tras la entrega de la memoria pero antes de la presentación llegó una grata sorpresa. Con motivo del comienzo del Taller de Empleo de Restauración de los fósiles del yacimiento de Lo Hueco, se empezó a revisar a fondo los más de 10.000 registros almacenados en la nave donde temporalmente se deposita el material de Lo Hueco. En esta revisión Pedro Mocho y Fátima Marcos llegaron a encontrar ejemplares de osteodermos identificados en campo como "hueso indeterminado" que permitieron testar el propuesto en el punto 3 (el cual resistió los primeros intentos de refutación).

Imagen 5 - Reconstrucción de "Chapi, el titanosaurio acorazado de Lo Hueco" realizada por los autores de este blog.
¿Y la grata sorpresa? Dos de estos osteodermos, de morfologías completamente opuestas (uno redondeado y otro alargado), estaban asociados con las vértebras dorsales del ejemplar de titanosaurio HUE-EC-11, llamado coloquialmente "Chapi". Esto tenía una implicación clara: Chapi, sin ningún otro saurópodo lo bastante cerca, era el "dueño" de estos osteodermos, y por tanto su coraza dérmica tenía los dos extremos de la clina morfológica que habíamos descrito en el estudio.

Ello es lo que nos ha permitido formular la hipótesis de que toda la clina representaría la variabilidad de osteodermos que presentaría un mismo individuo en su espalda. En base a la condición primitiva y más extendida en dinosaurios acorazados, la situación más probable de estos osteodermos en los titanosaurios es probablemente en filas paralelas a ambos lados de la columna vertebral (Imagen 5).

Bien, y por salir de dudas: ¿Cómo se han reinterpretado los osteodermos de Armuña? Pues como me gusta dejar con el suspense, estilo Dan Brown, no voy a contároslo, sino que os invito a leer el artículo de PLoS ONE si os ha picado el interés y si no a esperar a las XXX Jornadas de la SEP en Octubre, donde hablaré un poco de los osteodermos de Armuña.

Estad atentos para más actualizaciones!

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Referencias:

Sanz JL, Buscalioni AD (1987) New evidence of armoured titanosaurs in the Upper Cretaceous of Spain. In Currie PJ, Koster EH editors. Fourth Symposium on Mesozoic Terrestrial Ecosystems, Short Papers. Drumheller: Tyrrell Museum of Palaeontology. pp. 197–202.

Vidal D, Ortega F, Sanz JL (2014) Titanosaur Osteoderms from the Upper Cretaceous of Lo Hueco (Spain) and Their Implications on the Armor of Laurasian Titanosaurs. PLoS ONE 9(8): e102488. doi:10.1371/journal.pone.0102488

PS: Ahora que por fin sale publicado el artículo, quisiera aprovechar para extenderme un poco más en los agradecimientos que podían publicarse formalmente. 

  • A mis dos directores, tutores, supervisores o como se quiera llamar, a quienes yo llamaría "maestros" (según la RAE, "Persona que enseña una ciencia, arte u oficio, o tiene título para hacerlo."), no puedo dejar de agradecerles todo lo que han hecho por mí al realizar juntos este trabajo. 
  • A mis compañeros de departamento y grupo de investigación (entre los cuales cuenta mi compi de blog) el aguantar toda mi pedantería, prepotencia y mi complejo de profesor à la Richard Levine, sé que a veces no es fácil pero eh, todos tenemos defectos y esos son los míos (entre muchos otros). Por supuesto también por vuestras ideas, sugerencias y momentos divertidos en congresos, viajes, excavaciones y comidas, sois un equipo genial.
  • A mis padres que siempre me apoyaron (económica y moralmente) a perseguir mis sueños.
  • A Carmen por aguantar mi dinomanía con estoicismo e incorporarla a su propia vida (en pequeñas dosis) de la forma que solo el amor permite a alguien a quien le aterrorizó una vez un Dilophosaurus :)