Cuando, hace ya muchos meses, lanzamos en este blog las entradas sobre plumas y dinosaurios, planteamos en un par de ocasiones una pregunta: ¿tenían plumas todos los dinosaurios? A día de hoy, y gracias a la publicación de un nuevo género de dinosaurio, Kulindadromeus, la respuesta parece incluso más afirmativa que entonces.
El pasado año, durante la última edición del congreso de la SVP (Society of Vertebrate Paleontology), se levantó cierta expectación con la que iba a ser una exposición sobre unos ornitisquios emplumados encontrados en Rusia. Sin embargo, dicha presentación nunca tuvo lugar, pues los autores no hicieron acto de presencia, y todo el mundo tuvo que resignarse a esperar a que se publicara en un artículo científico. Si avanzamos hacia delante en el tiempo, hasta hace tan solo unas semanas, tenemos la siguiente entrega de este culebrón: dichos ornitisquios se publicaron por fin en un artículo, sí.... en ruso. Y la gente de nuevo frustradilla y tal. Aún así, había de nuevo hueco para la esperanza, ya que se prometió que el artículo se publicaría en condiciones, en una revista de impacto.
Y así, ayer mismo, se publicó en Science el dinosaurio Kulindadromeus zabaikalicus, un neornitisquio basal del Jurásico del que se preservan las estructuras tegumentarias: tanto protoplumas en buena parte del cuerpo, como escamas en otras zonas. La cola, en concreto, está "pelá", y además presenta unas grandes escamas imbricadas unas con otras. Algo parecido ya se intuía que ocurría en el terópodo Juravenator, cuya cola presentaba impresión de escamas pero que por narices tenia que tener plumas debido a su posición filogenética.
Está claro que el preservar un tipo u otro de tegumento en el registro fósil no significa que el animal no tuviera el otro, siendo muy probables apariencias "en parches" en muchos dinosaurios. Tal y como apuntan los autores, y como ya se intuía, este descubrimiento parece situar el origen de las plumas en la base de Dinosauria, pues los ornitisquios poco tienen que ver con el linaje típicamente emplumado (los terópodos), y sin embargo, también estaban cubiertos de protoplumas.
Hay una cosa que me escama (y nunca mejor dicho) un poco: los dos ornitisquios publicados en el artículo en ruso se clasificaban directamente como ornitópodos, y se les otorgaban los nombres de Kulindapteryx y Daurosaurus. Además, los autores eran otros distintos a los que publican Kulindadromeus ahora. ¿Qué pasa aquí? ¿Hablamos del mismo animal? Parecería que sí... ¿Entonces? ¿Paleo-movida o qué? Misterios, misterios... En cualquier caso, y pase lo que pase, este pequeño "dino-rata" es un maravilloso descubrimiento que nos proporciona mucha e interesante información.
P.D.- Tengo que hacerme con el artículo y leerlo en profundidad. Por lo pronto, aquí tenéis el enlace a Science.
No hay comentarios:
Publicar un comentario