martes, 15 de octubre de 2013

Cómo cuidar dinosaurios

Hace ya unos cuantos meses me regalaron un libro llamado "How to Keep Dinosaurs". A primera vista parecía un libro divertido, con fotomontajes de distintos dinosaurios viviendo el día a día con seres humanos. Sin embargo, andaba ligeramente extrañado, pues nunca había oído hablar de este libro. Así pues, echándole un ojo más en profundidad y buscando un poquillo por internet, descubrí que había sido escrito por Robert Mash (autor de varios libros sobre dinosaurios) en 2003, y con un prólogo escrito nada más y nada menos que por Richard Dawkins. Además, es un libro que tiene en general buenas críticas, y lo describen como bastante divertido. Así que me lancé a leerlo.


Escrito con bastante humor (frases como "mientras que a Coelophysis le gusta estar con niños, no suele ser al revés" XD), el libro es un catálogo de dinosaurios y otros animales prehistóricos que pueden domesticarse o criarse en cautividad. Así, para cada animal, viene una pequeña descripción, una imagen, cómo alimentarlos y hacer que críen, y dónde encontrarlos (siempre en los lugares donde se hallaron los fósiles de dicho animal: puedes conseguir ejemplares de Leptoceratops, por ejemplo, en los Dinomarts de Alberta). También incluye una comparativa de tamaño y una serie de iconos sobre los modos de vida del dinosaurio, algunos más normales ("herbívoro", "carnívoro", "nocturno", "sensible a las temperaturas") y otros bastante más heterodoxos y cachondos ("preocupantemente listo/estúpido/flatulento", "se comerá a otras mascotas", "le gustan los niños para comer"). Todo el listado de criaturas viene dividido en varios capítulos: Dinosaurios para principiantes (incluye a Compsognathus, Euparkeria y Coelurosauravus), Dinosaurios como mascotas (ornitópodos y terópodos de pequeño tamaño), Mascotas voladoras (pterosaurios), Dinosaurios para recreo y Para trabajos de seguridad (terópodos de tamaño mediano), Dinosaurios productores de carne y huevos (prosaurópodos y grandes ornitópodos), Dinosaurios de los que obtener pieles y plumas (Therizinosaurus y anquilosaurios) y Dinosaurios para zoos y safaris (estegosaurios, saurópodos, ceratopsios y terópodos de gran tamaño).

Uno de los aspectos más interesantes del libro son los comportamientos que otorga el autor a los dinosaurios, pero es un arma de doble filo: mientras que en algunos casos es realmente original y divertido, en otros es tan exagerado que resulta del todo irreal. Así, resulta curioso que Heterodontosaurus se quede embobado con las luces de la televisión, que Pterodactylus sea juguetón, que Ankylosaurus sea un animal realmente malhumorado, que las manadas de Triceratops tengan elaborados comportamientos jerárquicos o que unos dinosaurios sean más propensos a resfriarse que otros. Pero cuando el libro te cuenta que puedes entrenar ciertos dinosaurios para que te traigan cosas, hasta el punto de utilizar a Stegoceras como caddie al jugar al golf, o de hacer que Deinonychus juegue al póker, chirría bastante. Otro de los puntos algo flojos del libro es el apartado gráfico: aunque algunas de las criaturas están bastante bien representadas y dan el pego, muchas otras están terriblemente obsoletas, con reconstrucciones anatómicas erróneas, faltan plumas en muchos de los dinos...

El pobre Deinonychus es uno de los animales que peor parado sale (en todos los aspectos) en "How to Keep Dinosaurs".

Sin embargo, si se pasan por alto las reconstrucciones anticuadas y los comportamientos exagerados de algunos de los animales, "How to Keep Dinosaurs" es un libro que se puede disfrutar mucho. Leyéndolo de vez en cuando, si un orden aparente, resulta tremendamente ameno, y puedes sorprenderte a ti mismo riéndote con algunas de las anécdotas sobre cría de dinosaurios que cuenta el libro. ¿Y yo, me quedo con alguno? Pues sí: me decanto por Incisivosaurus. Según nos cuenta el libro, este ovirraptorosaurio es un animal cariñoso y atento, siempre pendiente de los niños, y su pequeño tamaño lo hace ideal para un piso en la ciudad; el único problema es su tendencia a mordisquear y destrozar el mobiliario de la casa si no se le ata en corto. Es una pena que de momento solo se comercie con él en el mercado chino, pero en cuanto llegue a otros países... ¡póngame un incisivosaurio como mascota, por favor!


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