Hace ya algún tiempo que no subo los dibujillos que hago por aquí. Lo último que visteis fue aquel boceto de Simosaurus y otros reptiles marinos del Triásico, y antes de aquello tenemos que remontarnos a una ronda de ilustraciones de hace más de un año. También es verdad que cada vez tengo menos tiempo para dibujar, y han sido prácticamente todos encargos. Así que...
El primer dibujo es la ilustración con la que se presentó a Morelladon beltrani, un ornitópodo del Cretácico Inferior de Morella (Castellón), estrechamente emparentado con Iguanodon bernissartensis y Mantellisaurus atherfieldelsis. Este nuevo dinosaurio, publicado a finales de 2015, tiene una serie de rasgos exclusivos, de los cuales sin duda el más llamativo es una pequeña joroba o vela en la espalda (eso sí, no sería tan grande ni tan llamativa como la de Spinosaurus o su pariente Ouranosaurus). La verdad es que en general estoy bastante contento con el resultado obtenido en esta ilustración, tanto a nivel de detalle como a nivel de luces, sombras, colores, entorno, atmósfera... Las horas invertidas en bocetos previos, documentación, y horas y horas de escamas (!!) han merecido la pena. Aún así, y por desgracia, tiene algunos fallitos anatómicos, de los que me di cuenta a posteriori, pero... nadie es perfecto.
Al siguiente dibujo también le dediqué bastante tiempo. Esta ilustración conforma la portada y contraportada de la tesis de un compañero del grupo en el que trabajo, defendida (con excelentes resultados) en febrero de este mismo año. Dicha tesis se centraba en el estudio y revisión de las faunas de saurópodos del Jurásico Superior portugués. Originalmente, la imagen iba a incluir tanto bosque como mar, con varios de los saurópodos encontrados en el Jurásico de Portugal pululando por la composición (diplodócidos, braquiosaurios, camarasaurios, turiasaurios...). Sin embargo, no me era posible compaginar el tiempo que me habría llevado con otras cosas que forman parte de mi trabajo habitual, y hubo que simplificar la escena. Así, nos centramos en un solo paisaje (un atardecer tormentoso frente al océano, pues así lo quería mi compañero) y un solo saurópodo, el macronario portugués Lourinhasaurus alenquerensis (estrechamente emparentado con el famoso Camarasaurus, del Jurásico Superior de Estados Unidos). El resultado es este que veis a continuación.
El dibujo que viene ahora también se hizo para la presentación en sociedad de un nuevo taxón. En este caso, el animalito publicado era Agaresuchus fontisensis, un cocodrilo alodaposúquido del yacimiento del Cretácico Superior de Lo Hueco (Cuenca), publicado en mayo por varios colegas. Lo curioso es que Agaresuchus no es el primer cocodrilo alodaposúquido de Lo Hueco, pues en noviembre de 2015 ya se publicó el taxón Lohuecosuchus megadontos, del mismo yacimiento. La idea era hacer una ilustración sencilla en blanco y negro (no había tiempo para nada más elaborado), similar a la genial pieza de Javi Godoy para la publicación de Lohuecosuchus, y en la que se viera a los dos cocodrilos en la misma imagen, con Agaresuchus siendo el foco de atención y Lohuecosuchus en segundo plano. Además, una vista desde arriba permitiría apreciar las diferencias notables entre los cráneos de los dos reptiles. Con esta ilustración no quedé tan contento...
... porque además había otras opciones. Cuando estuvimos pensando en el dibujo que iría para la nota de prensa de Agaresuchus, estuvimos barajando varias posibilidades distintas, desde diferentes perspectivas. A mí una que personalmente me gustaba bastante es la que tenéis aquí debajo, donde se les viera la cara y poco más. Sin embargo, los autores del trabajo consideraban que desde un lateral no se apreciaban tanto las diferencias entre los dos géneros, que parecían dos cocodrilos cualquiera y ya está. Tenían razón, claro, y dichas diferencias craneales se notaban mucho más desde una vista cenital, como en el dibujo que finalmente acompañó a la publicación. Sin embargo, yo nunca quedé contento del todo con aquel (entre otras cosas, no conseguí una expresión realista de las caras desde esa perspectiva),y un tiempo después decidí rescatar uno de los bocetos y acabarlo, de nuevo con un estilo similar al de Javi Godoy (o esa era la intención). Así que aquí tenéis de nuevo a Agaresuchus fontisensis (izquierda) y Lohuecosuchus megadontos (derecha), en toda su gloria en blanco y negro.
Y para acabar, una recopilación de bocetos que estaban desperdigados por ahí en varios folios, todos juntitos en una misma imagen y coloreados de manera sencilla. Hay un poco de todo: Tyrannosaurus y Velociraptor ultraemplumados, el ovirraptorosaurio Conchoraptor, cráneo y reconstrucción en vida de un ejemplar feote de Turiasaurus, un par de vistas del extrañísimo sauropterigio triásico Atopodentatus, el "raptor" Blue de Jurassic World, y formas genéricas de un saurópodo macronario, un mosasaurio y un pterosaurio azdhárquido.
¡Hola hola! ¿Qué tal va ese verano, muchachos? (para aquellos de vosotros que estéis en la mitad norte del globo, claro). ¿Cómo os trata el invierno, queridos? (para aquellos lectores del hemisferio sur). Hoy queremos presentaros un proyecto en el que hemos estado involucrados tanto Dani como yo, junto a Francesc Gascó, el más que conocido Pakozoico: se trata de DINOBUSTERS, CAZADORES DE DINOS.
¿Y qué es DinoBusters? Básicamente, una continuación de aquel podcast sobre Parque Jurásico en el que participamos los tres hace más de dos años. Solo que DinoBusters no pretende centrarse en el universo de JP (aunque de hecho habrá mucho sobre eso también, como podréis comprobar), sino que busca ser un podcast mensual que trate sobre dinosaurios, paleontología y su influencia en el mundo audiovisual (pelis, cómics, libros, videojuegos, etc). Por lo pronto, os dejamos aquí con el primer episodio: El Podcast Olvidado por el Tiempo, en clara referencia a esa segunda parte del podcast Jurassic Beta que nunca hicimos, así como a la novela y película "The Land That Time Forgot".
Aquí tenéis el enlace en iVoox, y en iTunes. ¡Y dejadnos vuestros comentarios aquí o en nuestro Twitter!
Hoy quiero hablaros de un par de proyectos relacionados con dinosaurios que llevo siguiendo un tiempo y que me tienen bastante interesado: Saurian y Beasts of the Mesozoic. Ambos proyectos tienen que ver con el mundo del ocio y el entretenimiento, ambos buscan llevar al gran público dinosaurios que sean lo más científicamente correctos posible, y ambos buscan financiación a través de campañas en Kickstarter. Ah, y el apoyo que han obtenido dichas campañas ha sido descomunal. Si os parece bien, empezamos por Saurian. ¿Nos acompañáis?
Saurian es un videojuego para PC y Mac que se dio a conocer en 2012 (imaginad el esfuerzo y trabajo que están dedicando a esto: un equipo pequeño que lleva más de cuatro años desarrollando un videojuego para el que todavía no tienen una fecha de lanzamiento definitiva, asegurándose de que el juego es lo más riguroso y actualizado posible). Se trata de un videojuego de supervivencia en un mundo abierto, donde puedes elegir un macho o una hembra de un dinosaurio e intentar que crezca, se alimente y sobreviva según vas adquiriendo habilidades. Deberás escoger entre uno de los cuatro géneros de dinosaurios que veis arriba: Tyrannosaurus, Triceratops, Pachycephalosaurus y Dakotaraptor. Según vaya pasando el tiempo, los animales irán cambiando en tamaño, forma y color: es decir, Saurian contempla el desarrollo ontogenético en sus criaturas.
Crecen tan deprisa... (ilustraciones de RJ Palmer, uno de los artistas conceptuales de Saurian).
Aunque estos son los cuatro taxones con los que se puede jugar, hay mucho más en Saurian: es una fiel representación del entorno que existía hace 66 millones de años en lo que hoy es la Formación Hell Creek. Mientras juegas como uno de estos dinosaurios, en tu camino podrás encontrarte con hadrosaurios, anquilosaurios, pterosaurios, cocodrilos, tortugas, mosasaurios y mucho más. El equipo que desarrolla Saurian (compuesto por programadores, animadores, compositores, artistas 3D y artistas conceptuales de varias partes del mundo) está haciendo un esfuerzo enorme de investigación para que hasta el más mínimo detalle sea lo más científicamente correcto posible, desde las condiciones ambientales hasta las composiciones florísticas y faunísticas de esa zona y en ese momento. Han consultado a varios investigadores de renombre como John Hutchinson o Matt Wedel (entre muchos otros) en pos del máximo rigor científico, y hasta cuentan en el equipo con su propio dinosaurio: Gerry el emú, que les sirve de modelo a la hora de animar a los terópodos.
El trailer lanzando por Saurian para su campaña en Kickstarter.
Para que os hagáis una idea del interés y la expectación que ha levantado este juego, basta decir que alcanzaron su meta de 55.000 dólares en Kickstarter en solo dos días. Desde entonces han seguido recibiendo donaciones y desbloqueando logros que habían propuesto como objetivos extra: a día de hoy, Saurian incluirá, entre otros, variaciones melánicas en los dinosaurios, la capacidad de personalizar tu animal, eventos ambientales como tormentas, inundaciones o incendios, y un nuevo modo de juego basado en los días posteriores al choque del famoso meteorito. Ayer mismo, de hecho, desbloquearon la posibilidad de jugar con dos nuevas especies de dinosaurios, uno herbívoro y uno carnívoro (se podrá votar cuáles serán estos dos nuevos taxones una vez que acabe la campaña en Kickstarter). ¿Y si siguen recibiendo el apoyo de la gente? Pues tienen cosas preparadas tan jugosas como un modo multijugador, un nuevo mapa basado en la Formación Two Medicine (pudiendo manejar a Gorgosaurus y Styracosaurus) o la posibilidad de desarrollar Saurian en las consolas de nueva generación.
¿Quién no querría jugar con un tiranosaurio albino? (ilustración de RJ Palmer)
Quedan todavía dos semanas hasta que finalice el plazo de su campaña en Kickstarter, por lo que se puede seguir donando y desbloqueando más logros del juego. Y desde luego que los regalos e incentivos que proponen por colaborar con ellos son una tentación difícil de combatir: tu nombre en los créditos del juego, una copia digital de la banda sonora de Saurian, una copia de "Guía de Hell Creek" (con información sobre la flora y fauna del juego y montones de ilustraciones), una réplica de la garra de Dakotaraptor, esculturas de Tyrannosaurus y Triceratops y varias cosas más. Todo ello, claro, en función del dinero con el que se contribuya. Si queréis saber más sobre este proyecto, aquí tenéis su web oficial, su página en Kickstarter, su Tumblr, su Facebook y su Twitter.
¡Menuda pintaza tiene esto!
Vamos ahora con el segundo proyecto dinosauriano en cuestión: Beasts of the Mesozoic. David Silva es un entusiasta de los dinosaurios que lleva trabajando en la industria juguetera desde 2003, habiendo trabajado con Macfarlane Toys y Hasbro, entre otros. En 2009 comenzó su andadura en solitario con Creative Beast Studio, cuyo trabajo está enfocado en animales prehistóricos y la fantasía. Como dinomaníaco y juguetero profesional, Silva lleva un tiempo observando que, pese a los avances en muñecos y figuras de acción, existe un nicho relativamente vacío en lo que a dinosaurios se refiere, y la mayoría de ellos muestran representaciones anticuadas y obsoletas. Es así como nace "Beasts of the Mesozoic. Raptor Series".
Esta primera tanda de Beasts of the Mesozoic consiste en una serie de figuras de acción de dromeosaurios de tamaño medio y de otras formas emparentadas, todas a escala 1/6. Todas las figuras están detalladamente esculpidas y pintadas, con 26 puntos de articulación y un soporte. Y, por supuesto, actualizadas con todo lo que sabemos hoy en día sobre raptores. Además, cada muñeco viene con una ficha sobre el dinosaurio en cuestión y una ilustración del artista Jonathan Kuo. La campaña lanzada en Kickstarter tenía como objetivo principal conseguir suficiente dinero como para desarrollar una línea de juguetes de tres dromeosaurios distintos: Velociraptor mongoliensis, Atrociraptor marshalli y Tsaagan mangas.
Aquí tenéis a las tres bestezuelas originales.
Al igual que en Saurian, al alcanzar la meta principal se fueron desbloqueando varias figuras extra: en primer lugar, un bonito Velociraptor osmolskae de color azul, exclusivo para aquellos que han colaborado en la campaña; posteriormente, el dromeosaurio nortamericano Saurornitholestes sullivani; y después, toda una serie de nuevos raptores todavía por esculpir (Dromaeosaurus, Acheroraptor, Zhenyuanlong, Adasaurus...), así como varios packs accesorios con arbustos, nidos, huesos y nuevos dinosaurios como Troodon o Buitreraptor. Como podéis ver, son muchísimos objetivos desbloqueados, así que tampoco es que la campaña haya ido precisamente mal.
Dos de los dromeosaurios extra desbloqueados ya han sido también esculpidos: Velociraptor osmolskae (izquierda) y Saurornitholestes sullivani (derecha).
Las recompensas por colaborar en la campaña de Beasts of the Mesozoic variaban, según el precio, entre una o varias figuras de los diferentes raptores, distintos packs, un calendario o varias tarjetas con las ilustraciones de Jonathan Kuo, o una ilustración exclusiva firmada por Mark Schultz, creador de Xenozoic Tales. Como habréis visto, estoy hablando todo el rato en pasado para referirme a este proyecto de Beasts of the Mesozoic. Esto es debido a que la campaña de Kickstarter finalizó hace casi dos semanas, por lo que, al contrario que en el caso de Saurian, ya es tarde para donar. Sin embargo, estas maravillosas figuras podrán adquirirse (al menos, hasta final de existencias) en la web de Creative Beast Studio, así que todavía no habéis perdido la oportunidad de haceros con una de ellas. Y, además, Silva deja caer que en 2017 podría empezar a desarrollar una segunda serie de Beasts of the Mesozoic, centrada esta vez en ceratopsios. No suena mal, ¿verdad? Os dejamos por aquí la web de su campaña en Kickstarter y la página de Facebook de Creative Beast Studio,así comosu Twitter.
Todas las ilustraciones de Jonathan Kuo de los dromeosaurios (y allegados) de Beasts of the Mesozoic. Arriba, de izquierda a derecha: Velociraptor mongoliensis, Atrociraptor marshalli, Tsaagan mangas, Saurornitholestes sullivani, Balaur bondoc y Velociraptor osmolskae. Abajo, de izquierda a derecha: Adasaurus mongoliensis, Dromeaosaurus albertensis, Acheroraptor temertyorum, Zhenyuanlong suni, Pyroraptor olympius y Linheraptor exquisitus.
Sé que esta entrada es ya lo suficientemente larga, pero con vuestro permiso voy a alargarla un pelín más. Ya que estamos hablando de dinosaurios bonicos y actualizados, con sus plumas y todo, quiero despedirme hoy con la charla que di sobre plumas y dinosaurios a mediados de abril en Granada (muy similar a algunas de las entradas que hemos escrito por aquí). Desde aquí quiero dar las gracias una vez más a la organización de Desgranando Ciencia 3 por haberme invitado a participar en este maravilloso evento. ¡Espero poder repetir en el futuro!
Hemos hablado mucho de las plumas, su origen y los linajes de dinosaurios en los que aparecen. La realidad es indudable: el único linaje vivo de dinosaurios son las aves, y en formas no avianas existen evidencias de la presencia de plumas o estructuras homólogas (esto es, que no solo tienen un mismo origen embriológico y están hechas del mismo material, sino que en algún momento en la evolución del grupo se transforman en las plumas anatómicamente modernas).
Es por ello que no debería resultar extraño ver dinosaurios no avianos emplumados en las reconstrucciones artísticas de estos animales. No obstante, al igual que a estas alturas dibujar un Sinosauropteryx con la piel desnuda y sin patrones bandeados en la cola es ir en contra de la evidencia innegable, dibujar un Carnotaurus emplumado es olvidarnos de que conocemos parches de su piel situados en prácticamente todo el cuerpo, y todas ellas consisten en escamas.
Lo sentimos mucho, pero esta reconstrucción, pese a ser de mucha calidad artística, es tan incorrecta por incongruente con la evidencia como lo son los escamosos"raptores" de Jurassic Park (pese, también, a su calidad artística).
En concreto, la extensa publicación de Bonaparte de 1990 sobre los parches de piel los describe así: "Se hallaron varios fragmentos de impresiones de piel, bajo el lado derecho del esqueleto. Corresponden a distintas partes del cuerpo. Uno corresponde a la región cervical, asociado a costillas cervicales anteriores. Otro fragmento corresponde con el área escapular, cerca de la cavidad glenoidea [N del T. Es decir, por encima del hombro]. Dos fragmentos corresponden a la región torácica, asociados a la región medio-proximal de las costillas [N del T. Es decir, más cerca de la espalda que del vientre]. El mayor fragmento corresponde con el área inferior de la región proximal de la cola. Parece existir poca variabilidad entre los fragmentos. La superficie de la piel está formada por protuberancias bajas y cónicas de entre 4-5 cm de diámetro, con una ligera quilla, y separadas entre ellas entre 8 y 10 cm. La superficie entre estas protuberancias está formada por pequeños y poco desarrollados gránulos de 5 mm". Ni rastro de plumas. Y, si unimos estos puntos entre ellos, la superficie dorsal donde pudieran existir plumas es pequeña.
Sí amigos, esta pequeña entrada es una crítica a las modas. Y sí: emplumar dinosaurios es una moda, igual que reconstruirlos escamosos. Antes de que se me tire todo el mundo a la cabeza, volved arriba y leed los dos primeros párrafos atentamente. Reconstruir plumas en dinosaurios para los que hay evidencia (directa o indirecta por contexto evolutivo/filogenético) no es moda: es incorporar la evidencia disponible a la reconstrucción. No obstante, emplumar organismos para los que existe evidencia aplastante de escamas sí es moda (como lo son también los "velociraptores" de Parque Jurásico).
Arriba, Carnotaurus, con las impresiones de piel halladas situadas en su cuerpo según la descripción de Bonaparte. Abajo, un abelisaurio emplumado por Davide Bonadonna, con las impresiones de Carnotaurus superpuesstas. Conclusión: le sobran plumas.
Veamos Carnotaurus: en la publicación original se habla de parches de impresiones de escamas asociados a los huesos del cuello, hombros, costados y cola del dinosaurio. Reconstruir a este animal con plumas por doquier y sin escamas (como las ilustraciones que acompañan al post) es ir más allá de toda evidencia. Otra cosa es añadir un penacho decorativo en la nuca (display) que pudo haber estado ahí y no haberse preservado. Pero habiéndo preservado escamas en la práctica totalidad del muestreo queda muy claro que Carnotaurus estaba mayoritariamente cubierto de escamas, y cualquier otra representación no es fiel a la realidad. Como dibujar un gato con escamas, o un pez emplumado: pertenecería al ámbito del paleoartismo, no del paleoarte.
Como conclusión yo comentaría que pese a que sabemos que los dinosaurios tenían pumas, y que con muy alta probabilidad todos ellos tenían el potencial genético para desarrollarlas (es decir, que el carácter sería común a todos los dinosaurios) también había dinosaurios sin plumas. O, en todo caso, las plumas habrían cubierto una superficie pequeña de toda su anatomía. Ante la ausencia de evidencia, siempre es mejor usar el contexto filogenético (es decir, los dinosaurios más cercanamente emparentados que sí presentan evidencia) para reconstruir la apariencia de un dinosaurio para el que no se conoce evidencia. Pero cuando se conoce evidencia bien contrastada, añadir plumas "porque los dinosaurios tenían plumas" es un error del mismo tipo que reconstruirlos escamosos "porque los dinosaurios son reptiles y tendrían que tener escamas" cuando existe evidencia de plumas.
Creo que está siendo complicado. Quizás no imaginaste que tendrías tantas dificultades cuando aceptaste dirigir Jurassic World. A lo mejor no pensaste que entrar en una saga tan popular y con tantos seguidores podría ser tan agotador. Es posible, incluso, que una vez que termines con JW estés tan harto que decidas alejarte de las grandes superproducciones y volver a películas más sencillas, sin tanta presión mediática.
Las críticas han llovido desde el principio, desde aquel "No feathers" en un tweet tuyo de marzo de 2013. Aunque muchos aplaudieron tu decisión (ya sabes, esa opinión generalizada de "la ciencia ha arruinado los dinosaurios"), dicha decisión no estuvo exenta de polémica: era toda una declaración de intenciones, y a otra mucha gente no le gustó. No paró ahí la cosa: siguió cierto descontento por el hecho de que ninguno de los personajes originales apareciera en esta nueva secuela. Y después, el cabreo de fans ansiosos, que EXIGÍAN un trailer en la Comic Con de San Diego. Y más o menos por esas fechas ocurrieron esas filtraciones que tan poco te gustaron y que te obligaron a tomar medidas de seguridad todavía más estrictas, y que supusieron que salieran a la luz varios aspectos fundamentales de la trama. Y de nuevo, críticas y desconfianza hacia un proyecto al que estabas dedicando tanto tiempo.
Y pasaba el tiempo, y seguíais recibiendo la presión de los fans, que todavía querían un trailer. Y cuando por fin anunciasteis una fecha definitiva, se volvió a torcer todo: se filtró un trailer en malísima calidad un par de días antes, y Disney anunció el estreno del teaser de Star Wars para el mismo día. Exactamente el mismo día. Vuestra solución fue lanzar el trailer de Jurassic World dos días antes de lo esperado. Internet explotó. Millones de visionados en pocas horas, fuisteis trending topic en Twitter y todo el mundo hablaba de ello. La reacción general fue buena, pero ni siquiera aquí os habéis librado: se ha dicho que vuestro CGI resulta demasiado artificial, que se nota demasiado, que es todo ordenador; se ha criticado duramente la invención del dinosaurio híbrido; se mira con escepticismo la trama de los raptores entrenados. Y eso por no hablar de una facción dura, compuesta por paleontólogos, que han puesto el grito en el cielo debido a lo desactualizado de algunos dinosaurios.
Bien, antes de nada he de decir que estoy de acuerdo con algunas de las críticas. Como paleontólogo (o más bien debería decir proyecto de paleontólogo) hay cosas que me chirrían. Incluso esa frase de "Hemos aprendido más de la genética en los últimos diez años que en un siglo entero desenterrando huesos" le hace daño a mi corazoncito. Como dicen muchos de estos paleontólogos críticos, la película original era un canto de amor a la paleontología y los dinosaurios, y se caracterizaba por hacer una gran puesta al día de los lagartos terribles para el gran público. Apostando por raptores y otros terópodos escamosos, sin emplumar, se pierde todo eso: estás mostrando criaturas obsoletas, que poco tienen que ver con lo que sabemos hoy en día de los dinosaurios. Ya he comentado antes que no es una decisión fácil: el público no está preparado para dinosaurios emplumados (¿por qué piensan siempre en gallinas, y no en las majestuosas águilas o los terribles casuarios?) y ese es un factor muy importante. ¿Contentar al público general y enfadar a unos pocos paleontólogos, o satisfacer a los paleontólogos en aras de una mayor exactitud científica pero a costa de perder al público general? No es sencillo hacer una elección así. Además, imagino que dentro de la historia existirá alguna razón por la cual esos raptores están "desnudos".
Tampoco puedo decir que el tema del dinosaurio híbrido, súper-inteligente, súper-peligroso y súper-malvado me entusiasme. Cuando hubo aquella filtración de la trama hace unos meses no quise creerlo, y decidí pensar que solamente era un rumor. Pero ha resultado ser verdad, y estoy muy poco confiado respecto al tema. Me siento inquieto incluso tras haberse filtrado las imágenes del Lego del infame D-Rex, donde parece mucho más un dinosaurio normal (recuerda a un carcarodontosaurio) que una monstruosa aberración salida de una mala película de ciencia ficción, algo estilo Sharktopus. Aunque esté justificado dentro de la historia, esa mezcla de tiranosaurio, raptor, sepia, serpiente y quién sabe qué más me aterroriza. Como en el caso de los raptores escamosos, no puedo evitarlo.
Y sin embargo.... Sin embargo, te sigo en Twitter, te leo en entrevistas, y pienso que es posible que me esté precipitando. Observo todo el trabajo que estás haciendo, la atención que estás poniendo en todos los detalles, y entonces soy consciente de que de verdad crees en lo que haces, que estás ilusionado con ello. He visto cómo has trabajado con el guión, dedicando incluso bastante tiempo a una re-escritura del mismo, para que la historia fuera lo mejor posible. He visto cómo te decepcionan las filtraciones, que pueden arruinar todo el duro trabajo que estáis guardando celosamente para que la sorpresa sea mayor y la experiencia sea mejor cuando finalmente se estrene la película. Considero la vuelta de Phil Tippet, gran maestro de las marionetas y los animatrónicos (y aquel "supervisor de dinosaurios" que tan mal hizo su trabajo en JP1 :P), como un acierto enorme. Creo que tenéis un elenco fantástico, y Chris Pratt, la estrella del momento, es la mejor elección de todas. Veo tu fe en lo que estáis haciendo, y veo tu amor hacia el material original, tanto los libros como las películas, y cómo vas rescatando de ellos detalles y guiños que se habían pasado por alto antes. Me fascinan las webs recién lanzadas de Masrani Corp. y del propio Jurassic World, y la intra-historia desarrollada para Ingen durante estos años. Me enamora que el tiranosaurio no tenga el diseño del T.rex de JP1, sino que dé la sensación de que es EXACTAMENTE el mismo animal, y me enamora ese esqueleto de Spinosaurus, que me hace soñar que hay mucho por saber todavía sobre los eventos de JPIII. Leo tus entrevistas y tus tweets a los fans, a los que siempre tratas con respeto y les pides paciencia, y tu defensa de todas las críticas que os llegan. A quienes se quejan del CGI les dices que habéis construido una gran puerta real y que esa escena es solo para el trailer, que esperen. Das unas cuantas justificaciones para la trama del D-Rex, y maldita sea, coincido contigo y me terminas convenciendo (aunque sea a regañadientes). Haces ver que no es tan fácil domesticar a un raptor, y proporcionas unas explicaciones totalmente lógicas y razonables para explorar esa idea (y de pronto, algo que en un principio me había parecido una malísima idea, se convierte en lo más natural del mundo, y hace que la escena de Pratt en moto rodeado de raptores se convierta inmediatamente en lo más molón del trailer).
En definitiva, todas estas razones me hacen ver que quizás esté equivocado. Y me doy cuenta de que es imposible juzgar una película de dos horas en base a un trailer de dos minutos. Solo conocemos los detalles más generales de la trama, pero estoy convencido de que todavía aguarda mucho, muchísimo más. Quizás Jurassic World haya perdido por el camino parte de la esencia de la película original (mostrar al mundo la visión más actualizada de los dinosaurios, y enseñarles que eran animales reales, no monstruos devora-personas). No lo sé, es pronto para juzgar. Pero quizás Jurassic World haya decidido explorar nuevos caminos, caminos no recorridos previamente, a la vez que mantiene la esencia del libro: los problemas de jugar a ser Dios. Aunque no sea una película con dinosaurios "reales", habrá merecido sobradamente la pena si al final el resultado es una buena película de ciencia ficción. Sinceramente, tengo fe en que va a ser así.
Y por eso, cuando finalmente el parque abra sus puertas el 12 de junio, yo pienso estar allí el primero para comprobarlo.
Gracias por todo tu trabajo, Colin.
***
Esta es mi opinión, y no creo que la de mi compañero Dani sea la misma. Posiblemente tampoco la de muchas de vosotros. Así que ya sabéis, pasad por la sección de comentarios y opinad!
I think it has been complicated. Maybe you didn't imagine that you would have so many difficulties when you accepted to direct Jurassic World. Maybe you didn't think that going into a franchise so popular and with so many followers could be so exhausting. It is even possible that once you finish JW you're so sick you decide to get away from the big blockbusters and return to simpler movies without so much media pressure.
The criticism has happened since the beginning, since that "No feathers" tweet in March 2013. While many applauded your decision (you know, that general opinion of "science has ruined dinosaurs"), this decision was not exempt from polemic: it was a statement of intent, and many other people didn't like it. It didn't stop there: it continued with some dissatisfaction with the fact that none of the original characters appear in this new sequel. And later, the anger of anxious fans, who DEMANDED a trailer at the Comic Con in San Diego. And more or less at this time, these leaks occurred; these leaks that you liked so little and that forced you to take even more strict security measures, and that supposed that several fundamental aspects of the plot were going out to the light. And again, criticism and distrust towards a project to which you were dedicating so much time.
And time passed, and you continued receiving pressure from the fans, who still wanted a trailer. And when you finally announced a definite date, it went wrong again: a trailer was leaked on crappy quality a couple of days before, and Disney announced the release of the Star Wars teaser for the same day. Exactly the same day. Your solution was to launch the Jurassic World trailer two days earlier than expected. Internet exploded. Millions of viewings in a few hours, you were trending topic on Twitter and everyone was talking about it. The general reaction was good, but even here you have some complains: it has been said that your CGI is too artificial, that it is too much evident, that it's all computer; it has been criticized the invention of the hybrid dinosaur; the plot of tamed raptors is regarded with skepticism. And not to mention a hard faction composed by paleontologists, who have cried against some outdated dinosaurs.
Well, first of all I have to say that I agree with some of the criticism. There are some things that I don’t like as a paleontologist (or rather I should say as a future paleontologist). The “We have learned more in the past decade from genetics than in the past century of digging up bones.” phrase hurts my little heart. As many of these critical paleontologists say, the original film was a love song to paleontology and dinosaurs, and it was remembered for a great update of the terrible lizards for the general public. Betting on raptors and other scaly theropods, without feathering them, you lose all that: you're showing obsolete creatures, which have little to do with what we know today about dinosaurs. I mentioned earlier that this is not an easy decision: the public is not ready for feathered dinosaurs (why do they always think about chickens, and not about the majestic eagles or the terrible cassowaries?) And that is a very important factor. ¿To please the general public and to upset a few paleontologists, or to satisfy paleontologists in the interests of greater scientific accuracy but at the cost of losing the general public? It is not easy to make a choice like that. Furthermore, I can imagine that in the story there will exist some reason for which these raptors are "naked".
Neither I can’t say that I'm excited about the idea of a super-intelligent, super-dangerous and super-evil hybrid dinosaur. When there was that leak a few months ago I didn’t want to believe it, and I decided to think it was just a rumor. But it has proven to be true, and I'm very unconfident about it. I even feel restless after seeing images of the Lego's infamous D-Rex, which seems much more a normal dinosaur (it remembers a carcharodontosaur) than a monstrous-aberration-Sharktopus-style of a bad sci-fi movie. Although it is justified within the story, that mixture of tyrannosaur, raptor, cuttlefish, snake and who knows what else terrifies me. As in the case of the scaly raptors, it displeases me.
And however… And however I follow you on Twitter, I read you in the interviews, and I think that maybe I am precipitated. I watch all the work you're doing and the attention you put in every detail, and then I realize that you really believe in what you do, and that you're excited about it. I've seen how you worked in the script, even spending long time to re-write it, to make the story better. I've seen how you disappoint with the leaks that can ruin all the hard work you are jealously keeping so that the surprise is greater and the experience better when the movie finally debuts. I consider the return of Phil Tippet, Grand Master of puppets and animatronics (and that "dinosaur supervisor" who failed in JP1: P), like an enormous wise move. I think that you have a great cast, and Chris Pratt, the star of the moment, is the best choice of all. I see your faith in what you're doing, and I see your love for the original material, both books and movies, and how you are rescuing details from them, details that were overlooked before. I am fascinated by the newly released Masrani Corp. and Jurassic World websites, and by the intra-story developed for Ingen over the years. I love that the tyrannosaur doesn’t only have the design of the T.rex from JP1, but it gives the feeling that it is EXACTLY the same animal, and I love the Spinosaurus skeleton, which makes me dream that there is still much to know about the events in JPIII. I read your interviews and your tweets to the fans, whom you always treat with respect and how you ask them for patience, and I also read your defense from all the criticisms that come to you. You tell to those who complain about the CGI that you have built a real big door and that this scene is just for the trailer, and you ask them to wait. You give justifications for the D-Rex plot, and dammit, I agree with you and finally I end up convinced (albeit reluctantly). You say that is not so easy to tame a raptor, and you provide totally logical and reasonable explanations about why to explore that idea (and suddenly, something that looked like a terrible idea to me at first, turns into the most natural thing in the world, and makes that the motorcycle scene immediately becomes the coolest thing of the trailer).
In short, all these reasons make me realize that maybe I’m wrong. And I realize that it is impossible to judge a two-hour movie based on a two-minute trailer. We only know the most general aspects of the plot, but I am convinced that there is much, much more awaiting. Perhaps Jurassic World have lost the essence of the original film (showing the world the most updated representation of the dinosaurs, and teaching that they were real animals, not people-eating monsters). I don’t know it, it's early to judge. But perhaps Jurassic World has decided to explore new ways, while maintaining the essence of the book: the problems of playing at being God. Although not a film with "real" dinosaurs, it will be amply worthwhile if the final result is a good sci-fi movie. Honestly, I have faith that it will be.
And that’s why, when finally the park opens its doors on June 12, I plan to be there the first one to verify it and enjoy it.
Cuando, hace ya muchos meses, lanzamos en este blog las entradas sobre plumas y dinosaurios, planteamos en un par de ocasiones una pregunta: ¿tenían plumas todos los dinosaurios? A día de hoy, y gracias a la publicación de un nuevo género de dinosaurio, Kulindadromeus, la respuesta parece incluso más afirmativa que entonces.
El pasado año, durante la última edición del congreso de la SVP (Society of Vertebrate Paleontology), se levantó cierta expectación con la que iba a ser una exposición sobre unos ornitisquios emplumados encontrados en Rusia. Sin embargo, dicha presentación nunca tuvo lugar, pues los autores no hicieron acto de presencia, y todo el mundo tuvo que resignarse a esperar a que se publicara en un artículo científico. Si avanzamos hacia delante en el tiempo, hasta hace tan solo unas semanas, tenemos la siguiente entrega de este culebrón: dichos ornitisquios se publicaron por fin en un artículo, sí.... en ruso. Y la gente de nuevo frustradilla y tal. Aún así, había de nuevo hueco para la esperanza, ya que se prometió que el artículo se publicaría en condiciones, en una revista de impacto.
Y así, ayer mismo, se publicó en Science el dinosaurio Kulindadromeus zabaikalicus, un neornitisquio basal del Jurásico del que se preservan las estructuras tegumentarias: tanto protoplumas en buena parte del cuerpo, como escamas en otras zonas. La cola, en concreto, está "pelá", y además presenta unas grandes escamas imbricadas unas con otras. Algo parecido ya se intuía que ocurría en el terópodo Juravenator, cuya cola presentaba impresión de escamas pero que por narices tenia que tener plumas debido a su posición filogenética.
Está claro que el preservar un tipo u otro de tegumento en el registro fósil no significa que el animal no tuviera el otro, siendo muy probables apariencias "en parches" en muchos dinosaurios. Tal y como apuntan los autores, y como ya se intuía, este descubrimiento parece situar el origen de las plumas en la base de Dinosauria, pues los ornitisquios poco tienen que ver con el linaje típicamente emplumado (los terópodos), y sin embargo, también estaban cubiertos de protoplumas.
Hay una cosa que me escama (y nunca mejor dicho) un poco: los dos ornitisquios publicados en el artículo en ruso se clasificaban directamente como ornitópodos, y se les otorgaban los nombres de Kulindapteryx y Daurosaurus. Además, los autores eran otros distintos a los que publican Kulindadromeus ahora. ¿Qué pasa aquí? ¿Hablamos del mismo animal? Parecería que sí... ¿Entonces? ¿Paleo-movida o qué? Misterios, misterios... En cualquier caso, y pase lo que pase, este pequeño "dino-rata" es un maravilloso descubrimiento que nos proporciona mucha e interesante información.
Aquí estamos, ya tocaba llegar al final de esta serie de entradas sobre plumas y dinosaurios. Pero, antes de nada, espero que hayáis leído la primera, segunda y tercera entrega. Si no es así, ¿a qué esperáis?
Si hacéis un poco de memoria, recordaréis que os habíamos dejado al final de la entrega anterior con una pregunta: asumiendo que las plumas aparecen en la base de Dinosauria, ¿tenían plumas todos los dinosaurios?
Daspletosaurus torosus, un tiranosáurido, representado con plumaje (por Vladimir Nikolov).
La respuesta es muy probablemente SÍ. De hecho, nos viene al pelo una entrada publicada hace un par de meses en el blog DinoGoss, en la que se recopilaba información sobre escamas en aves, dinosaurios, cocodrilos y otros animales. ¿Y qué sacamos en claro? Que las escamas presentes en dinosaurios (al menos aquellas que han fosilizado), las conocidas como "escamas tuberculadas" o "retícula", poco tienen que ver con las escamas de escamosos o incluso cocodrilos. De hecho, se cree probable que estas escamas tuberculadas sean plumas modificadas, cuyo desarrollo se detiene en fases muy tempranas (podéis leer mucho más aquí).
Porque, si tenemos un amplio registro de plumas en dinosaurios, tampoco se puede menospreciar el registro de pieles escamosas dinosaurianas fosilizadas. Hay numerosos ejemplos de escamas fosilizadas en ceratopsios, estegosaurios, saurópodos, ornitópodos y terópodos. A lo que hay que sumarle los numerosos ejemplos de osteodermos, que tampoco son pocos. Desde luego, tampoco faltaban los dinosaurios escamosos, por mucho que estas escamas sean plumas modificadas (los osteodermos son otra historia). Incluso en dinosaurios con plumas o protoplumas preservadas hay también registro de escamas (como en el caso de Psittacosaurus).
Pieles escamosas fosilizadas de varios dinosaurios: Carnotaurus (arriba a la izquierda), Saurolophus (arriba a la derecha), saurópodo (abajo a la izquierda) y Triceratops (abajo a la derecha).
Este pequeño rodeo hablando sobre escamas nos lleva de nuevo a la pregunta inicial. ¿Tenían plumas todos los dinosaurios? Sí, pero hay que matizar. Muchos dinosaurios no tendrían más plumas que pelos tiene un elefante, un armadillo o un hipopótamo. Por lo que sabemos del registro fósil, los grandes ornitópodos eran animales escamosos, así como los saurópodos, los tireóforos y los ceratosaurios: posiblemente pequeñas plumitas semejantes a pelos surgieran en algunas zonas de su cuerpo, pero no parece que fuera más allá. Los ceratopsios, aunque mayoritariamente escamosos, tendrían en el dorso o la cola una serie de filamentos o pseudo-púas.
A día de hoy, así es como se cree que lucía Triceratops. En los restos de pieles fosilizadas de este dinosaurio hay una serie de estructuras que parecen nódulos de inserción de filamentos o pseudo-púas, similares a las de su pariente Psittacosaurus. Imagen de Vlad Konstantinov.
A la vista de estas evidencias, cualquiera diría que igual de malo que quedarse corto es pasarse. Bueno, pues eso ya depende mucho de gustos e interpretaciones personales. Cualquier paleontólogo del mundo se llevaría las manos a la cabeza ante la imagen de un Velociraptor reptiliano, pero.. ¿y ante un estegosaurio emplumado? Aquí debajo tenéis tres imágenes de tres estegosáuridos de distintos artistas: Stegosaurus, Chungkingosaurus y Miragaia. En la primera ilustración el animal no tiene más que un mechón plumífero en la cola, pero el resto del cuerpo es escamoso; en la segunda, algunas protoplumas y pseudo-púas se distribuyen por el cuerpo. En la tercera, todo el dorso del animal está cubierto por filamentos de protoplumas sencillas, que, junto a los osteodermos, le hacen parecer un auténtico puercoespín. Son tres ejemplos de cómo interpretar los restos de unos animales que, por el momento, solo han preservado escamas, pero que están englobados en un gran grupo de animales con plumas (hay por ahí alguna ilustración más de un estegosaurio plenamente emplumado, pero no he sido capaz de encontrarla).
¿Más ejemplos? Pasemos a los ceratosaurios, concretamente a los abelisáuridos. Estos terópodos, de extrañas proporciones (cabezas grandes, brazos muy pequeños) se encuentran separados filogenéticamente de los demás terópodos, de los que tenemos un buen registro de plumas. Como hemos comentado anteriormente, hay un amplio registro de parches de escamas en estos animales (y Ceratosaurus, aunque no es un abelisaurio, además tiene osteodermos). Cualquiera lo diría echando un ojo a las dos ilustraciones de abajo, ¿verdad? Son reconstrucciones justificadas en la dificultad que tienen las plumas para preservarse y en el hecho de que, como ya hemos comentado previamente, es bastante probable que los primeros terópodos (y los primeros dinosaurios) estuvieran emplumados. Los osteodermos aparecen igualmente en el dibujo y los parches de piel escamosa están presentes, en efecto, como parches aislados. ¿Y quién puede afirmar con total seguridad que no era así?
Vamos con una última. Ya habéis visto arriba la reconstrucción de Triceratops; esa, por lo general, es la tendencia imperante a la hora de reconstruir ceratopsios: animales escamosos con protoplumas en el dorso (la cantidad y tamaño de las mismas depende de cada artista). Y sin embargo, el paleontólogo e ilustrador Mark Witton nos ofrece esta pareja de Pachyrhinosaurus con aspecto de buey almizclero. A temperaturas más frías, más pelo, tal y como ocurre con los elefantes actuales y los mamuts. O, en este caso, a temperaturas más frías, más plumas. Y es que parece que Pachyrhinosaurus tenía que soportar de vez en cuando frías temperaturas. Algo parecido ocurre con el tiranosauroideo Yutyrannus: debido al ambiente en el que vivía, no especialmente cálido, poseía un grueso plumaje que quizás no estuviera presente en ciertos tiranosáuridos (la reconstrucción de Daspletosaurus del comienzo de la entrada es, desde mi punto de vista, un ejemplo bastante acertado de la presencia de plumas y escamas en un mismo animal -existe también registro de escamas en tiranosaurios-).
Quizás os haya parecido que esta última entrega sobre plumas es más caótica que las anteriores, saltando de un lado a otro y sin seguir un hilo conductor claro. Mi intención no era más que aportar algunos datos más, y ofrecer algunas pinceladas sobre ciertos temas controvertidos a día de hoy. Parece que todos tenemos bastante claro del aspecto de los dinosaurios emplumados, pero en aquellos que preservan escamas la discusión sigue abierta, y cada uno tiene su propia opinión. Yo, por ejemplo, soy relativamente conservador, y me cuesta imaginarme a anquilosaurios, saurópodos y grandes hadrosaurios (entre otros) cubiertos de grandes plumajes. Otros, por supuesto, lo verán de otra manera. Así que si os interesa debatir sobre el tema, ¡este es el momento!
A modo de conclusión, no parece descabellado afirmar que las plumas aparecieron, como poco, en la base de Dinosauria y, mientras que algunos grupos las mantuvieron y las desarrollaron hasta alcanzar la enorme complejidad y diversidad de las plumas de las aves actuales, otros las perdieron casi en su totalidad durante su historia evolutiva. La aparición de nuevos fósiles y nuevas técnicas podrá arrojar cierta luz sobre algunos aspectos todavía oscuros, mientras que habrá ciertas cosas que desgraciadamente nunca podremos saber.
Desde luego, el descubrimiento de que muchos dinosaurios (sí, sí, dinosaurios no avianos, pongámonos estrictos) tenían plumas no hace sino aumentar el interés por estos animales y ayuda a enmarcarlos mucho mejor dentro de la historia evolutiva de la vida, consiguiendo que los veamos como animales más reales y cercanos, y no como extraños monstruos de fantasía.
Gracias a las plumas, la visión que tenemos de los dinosaurios sigue cambiando, y perpetúa en el tiempo el espíritu de la Dinosaur Renaissance.
Tras una breve introducción al tema y dar posteriormente un repaso a los terópodos, hoy nos toca hablar de ornitisquios, pterosaurios y cocodrilos. ¿Cómo has dicho? ¿Cocodrilos emplumados? No, por supuesto que no, pero lo cierto es que no es tan sencilla la cosa, y en estos grupos todo está mucho menos claro. Así que vamos con los hechos, y vosotros podréis formaros después vuestra propia opinión.
Si echamos un ojo al cladograma de la imagen superior (de nuevo, del paeloartista Nobu Tamura) podemos ver que los dinosaurios se dividen en dos grupos claros, bien diferenciados por la forma de su cadera: saurisquios (que incluye a los saurópodos y a los terópodos) y ornitsquios, entre los que se encuentran una gran variedad de dinosaurios fitófagos (comedores de plantas). Es en estos ornitisquios en quienes nos fijaremos en primer lugar, porque la variedad de dinosaurios con peculiares estructuras tegumentarias no se restringe a los carnívoros.
¿Veis el clado llamado Ceratopsia? Los ceratopsios, en general, son dinosaurios cuadrúpedos, grandes y pesados, con pico de loro y enormes cráneos abarrotados de cuernos y protuberancias de todo tipo. Sí, como el famoso Triceratops, uno de los más grandes dentro de este grupo y el más emblemático. Entonces, ¿quien esperaría encontrar en un grupo de animales como este algo así?
Este animalito es Psittacosaurus, un pequeño ceratopsio basal conocido desde hace casi cien años. Y sin embargo, aunque se conocía desde hacía tanto tiempo, el ejemplar que estáis viendo proporcionó un montón de información nueva e inesperada. Publicado en 2002 a partir de material expoliado, mostraba clarísimas evidencias de un tipo de integumento filamentoso en la cola, unas largas estructuras tubulares y huecas. En un dinosaurio tan alejado filogenéticamente de los terópodos, es toda una sorpresa.
Más impresionante todavía es el siguiente dinosaurio del que hablaremos: Tianyulong confuciusi. También es un pequeño ornitópodo llegado de China (para variar), en este caso un heterodontosáurido, y como Psittacosaurus, presenta una hilera de largas estructuras filamentosas simples en la espalda y la base de la cola, y también algunas más pequeñas en el cuello (lo que hace pensar que quizás tuviera cubierto el cuerpo por algún tipo de "abrigo").
¿Le echamos de nuevo un vistazo al cladograma?
Se ve claramente que aparecen integumentos plumosos, protoplumosos o aparentemente protoplumosos (vaya jerga) en tres grupos distintos, uno de ellos bastante separado de los otros dos, ¿verdad? Ceratopsios, heterodontosáuridos y terópodos (o al menos tetanuros). Lo más parsimonioso, por tanto, sería pensar que el origen de las plumas está en la base de Dinosauria, ¿no?
Hora de parar el carro. Sería lo más parsimonioso, efectivamente, si todas estas estructuras FUERAN HOMÓLOGAS (tuvieran un mismo origen evolutivo y estructural/embriológico). Sin embargo, hasta el momento, no hay ninguna evidencia de que lo sean (hay que decir que tampoco hay evidencias claras de que no lo sean). Parece que las cubiertas de Psittacosaurus y Tianyulong son más parecidas entre sí que las de los terópodos. A día de hoy no está claro, y serán necesarios más estudios que inclinen la balanza definitivamente hacia un lado o hacia otro.
Pero esto todavía se complica más. Los pterosaurios, reptiles voladores mesozoicos emparentados con los dinosaurios (aunque NO ERAN DINOSAURIOS) estaban cubiertos de "pelo". Por supuesto, no pelo como el de los mamíferos, sino estructuras simples y filamentosas (¿os suena?) similares a pelo, denominadas por los paleontólogos "picnofibras". De nuevo, no hay evidencias suficientes para afirmar que estas picnofibras tienen el mismo origen que las plumas y protoplumas de los dinosaurios. Podéis apreciar las picnofibras en el peludo pterosaurio de aquí abajo, Sordes pilosus.
La última pieza de este puzzle es un sorprendente estudio publicado en 2006 que confirma la presencia en Alligator de genes homólogos a aquellos que se expresan en aves durante la producción de plumas, aunque su expresión se interrumpe en el desarrollo embriológico. ¿Os imagináis un cocodrilo emplumado?
Así pues, recapitulemos: tenemos plumas y protoplumas en el linaje de los terópodos, largos y simples filamentos tubulares en algunos ornitisquios y picnofibras en pterosaurios. Todas estas estructuras, aunque no está claro en absoluto que sean homólogas, sí que da la sensación de que al menos se parecen (se ha puesto ya de manifiesto las aparentes similitudes entre los integumentos de ornitisquios y pterosaurios y las protoplumas simples del tericinosaurio Beipiaosaurus). Y además, parece que los cocodrilos contienen en su genoma la misma maquinaria e información que las aves emplean para desarrollar su plumaje.
Surgen, por tanto, un montón de preguntas: ¿han surgido todas estas estructuras de manera independiente? ¿Son las plumas un carácter común a todos los dinosaurios? ¿Quizás a Ornithodira (el clado que incluye a pterosaurios y dinosaurios)? ¿O hay que irse todavía más lejos, y buscar el origen de las plumas en la base de Archosauria? Y de ser así, ¿cuál sería la función principal de estas protoplumas, y en qué contexto habrían surgido?
Lo cierto es que hasta el momento no disponemos de la suficiente información como para responder a estas preguntas y especular siempre es fácil (y peligroso), aunque la idea de que las plumas aparecieran por lo menos en la base de Dinosauria empieza a no parecer tan descabellada. Si es así, hay que plantearse una última cuestión: ¿estaban todos los dinosaurios emplumados?
En este interrogante nos centraremos en la siguiente entrega, la cuarta y última parte de "Plumas: ¿dónde paramos?". ¡Aquí os esperamos! P.D. / Fe de erratas - nos han informado de que algunas cosas mostradas en el cladograma de los terópodos eran incorrectas (parece ser que Compsognathidae, por ejemplo, no es un grupo monofilético). De la misma manera, tampoco la filogenia de Dinosauria está clara (se ha sugerido que los heterodontosáuridos podrían estar más emparentados con Marginocephalia -paquicefalosaurios y ceratopsios- que con otros ornitisquios). Sin embargo, a grandes rasgos, nos siguen valiendo para ilustrar estas entradas. No nos lo tengáis muy en cuenta ;)
Sigamos hablando de plumas. Nos habíamos quedado justo en este animalito que tenéis aquí encima, descubierto en 1996 en China. Su nombre es Sinosauropteryx prima, un terópodo compsognátido de pequeño tamaño (el holotipo mide 68 centímetros, incluyendo la cola). Si miráis la foto, os llamarán la atención inmediatamente los filamentos que adornan una buena parte de su cuerpo. Mucho se debatió sobre estas estructuras en su momento, llegándose a afirmar que podían ser incluso fibras musculares... pero al final, la opinión aceptada es que se trata de algún tipo de cobertura corporal, filamentosa, algo rígida... en definitiva: protoplumas.
Por si hubiera algún profano, aclaración rápida: los terópodos son los típicos dinosaurios carnívoros (no es necesariamente así, pero no nos vayamos por las ramas), bípedos, y que incluyen desde enormes depredadores hasta las aves modernas. Los compsognátidos (esto es, pertenecientes al clado Compsognathidae) son un grupo concreto de terópodos, por lo general de pequeño tamaño, y que incluye a los famosos "compys" de Jurassic Park.
Así pues, si miramos este cladograma de terópodos (con ilustraciones de Nobu Tamura) podemos ver que el primer registro de un dinosaurio no aviano emplumado se da en un grupo que no está especialmente emparentado con las aves.
La presencia de plumas (o protoplumas de algún tipo) está indicado por la estrella de color azul.
Pero Sinosauropteryx no era más que la punta del iceberg. Durante los siguientes años, gracias a los increíbles yacimientos chinos, empezaron a aparecer nuevos fósiles de dinosaurios emplumados a una velocidad vertiginosa. Ovirraptorosaurios como Caudipteryx, terizinosaurios como Beipiaosaurus, dromeosaurios como Sinornithosaurus, troodóntidos como Anchiornis, tiranosauroideos como Dilong, los extraños alvarezsáuridos como Shuvuuia, los aún más extraños escansoriopterígidos... Todo el clado Coelurosauria se fue rellenando con esta clase de animales, ofreciendo un continuo en la cantidad y variedad de protoplumas y plumas hasta llegar a las aves.
Izquierda, de arriba a abajo: fósiles de Caudipteryx y Beipiaosaurus. Derecha, de arriba a abajo: fósiles de Sinornithosaurus, Anchiornis y Epidexipteryx.
Son también reseñables los recientes descubirmientos de Yutyrannus y de nuevos restos de Ornithomimus. El primero, descubierto en 2012 (también en China, por supuesto...), fue un tiranosauroideo de 9 metros de longitud, y cuyos restos (tres individuos) también presentan un protoplumaje cubriendo su cuerpo. Los anteriores tiranosauroideos emplumados descubiertos eran animales de tamaño pequeño-mediano, pero Yutyrannus huali es, hasta el momento, el dinosaurio emplumado de mayor tamaño encontrado. Con su descubrimiento, cada vez parece menos extraño imaginar a un enorme Tyrannosaurus con algún tipo de cubierta filamentosa.
Por su parte, Ornithomimus edmontonicus es un ornitomimosaurio bien conocido desde hace más de 100 años. El caso de los ornitomimosaurios resultaba curioso porque, siguiendo un criterio de "phylogenetic bracketing" (es decir, intentar averiguar un rasgo en un organismo en comparación con la presencia o ausencia de ese rasgo en otros organismos emparentados), deberían estar emplumados. Pero no habían aparecido fósiles de ornitomimosaurios emplumados, y el único que presentaba el suficiente grado de preservación como para tenerlas (nuestro patrio Pelecanimimus) solamente mostraba piel desnuda, lisa y sin escamas. Pero esto cambió el año pasado. También en 2012, aparecieron en Canadá tres individuos de Ornithomimus que presentaban protoplumas cubriendo su cuerpo. Y, mejor todavía, lo que parecían ser marcas de inserciones de raquis en el antebrazo de los adultos (como unas que ya parecían haberse descubierto en Velociraptor en 2007).
Fósiles de Yutyrannus (izquierda) y Ornithomimus (derecha).
Si volvemos a mirar ahora nuestro cladograma teropodiano, podemos observar que prácticamente todos los grupos incluidos en Coelurosauria presentan algún tipo de plumas o protoplumas. ¿Podemos decir que los celurosaurios son el grupo de dinosaurios en el que aparecen las plumas?
Lo cierto es que no, porque la historia no acaba aquí. Volviendo a nuestro país, el ya famoso carcarodontosaurio Concavenator corcovatus puede proporcionarnos algo más de información. Concavenator, famoso por la joroba de su espina dorsal a la altura de la cadera, presenta además otra característica singular: la presencia en la ulna de unas protuberancias nodulares, similares a las de Velociraptor e interpretadas como el punto de anclaje de algún tipo de estructura filamentosa. Sin embargo, existe cierto escepticismo por parte de algunos científicos, que afirman que podrían ser puntos de inserción muscular. Y es en este punto donde entra el último organismo del que hablaremos hoy: Sciurumimus albersdoerferi. Sciurumimus es un terópodo descrito en 2012, cuyos restos se encontraron en Alemania y que ha sido clasificado como una cría de megalosauroide. Además presenta, sorpresa sorpresa, largos filamentos preservados en la base de la cola (lo que le ha valido su nombre, "imitador de ardilla").
Fósiles de Concavenator (izquierda) y Sciurumimus (derecha).
Con la aparición de Sciurumimus, la hipótesis de la presencia de estructuras en el antebrazo de Concavenator podría ganar peso, puesto que ya aparecerían protoplumas de algún tipo en los megalosauroides (grupo más basal que los carnosaurios, al que pertenece Concavenator).
Con estos nuevos descubrimientos, podemos observar que han aparecido plumas o protoplumas en todos los grupos incluidos en el clado Tetanurae, desde megalosauroides hasta las aves. Podríamos así retrasar el origen de las plumas hasta los tetanuros. Quizás hasta la misma base de Theropoda (aunque no hay ninguna prueba al respecto). Pero los terópodos son el grupo que dieron origen a las aves, así que no es tan descabellado pensar que las plumas hubieran podido surgir a lo largo de su historia evolutiva, ¿verdad?
Sin embargo, la historia se complica, porque en algunos grupos de dinosaurios herbívoros (ornitisquios) se han encontrado también algunas estructuras, cuando menos, sospechosas. Aunque os tocará esperar un poco...
Muchas noticias están llegando de Jurassic Park últimamente. Hace poco se anunció que Colin Trevorrow, director de Safety Not Guaranteed, era presentado para dirigir la cuarta película de la saga Jurásica.
Poco despúes, el día 20 de Marzo, Trevorrow hacía el siguiente comentario en su cuenta de Twitter:
Esto confirma el rumor de que no habrá dinosaurios emplumados en la cuarta entrega de la saga. Esto ha sido recibido con euforia por gran parte del colectivo de los fans de la saga y con mucha indignación por parte de paleontólogos y "paleofrikis" en general.
Como fan de la saga y paleofriki a la vez voy a intentar a realizar un análisis nada fácil, pues entran en conflicto dos sentimientos encontrados: que la cuarta película sea coherente y una digna secuela (o precuela) y que la película presente la imagen más contemporánea posible de los dinosaurios (como intentó la primera).
El primer problemaes la continuidad de la saga: si la imagen de los dinosaurios cambia radicalmente de una entrega a otra es necesaria una explicación dentro del marco de la historia para justificar este cambio. De no ser así, la cinta pierde sentido. Algo así ocurrió con Jurassic Park 3: el aspecto de muchos dinosaurios cambió sustancialmente respecto al de las dos películas anteriores, sin explicación alguna. Un agujero de guión que desconcertó a bastantes espectadores, por no decir que a todos.
Un intento de empezar a "emplumar" a los dinosaurios, aún cuando ya se conocía el Sinosauropteryx.
El ligero cambio de imagen que ocurrió en JP3 ya fue un shock en la trama. Un posible cambio hacia una imagen emplumada de un dinosaurio puede ser brutal: ¿cómo explicar que hace 20 años los dinosaurios fueran escamosos y ahora presenten un aspecto distinto?
En el mundo real la explicación es clara: se ha intentado implementar los últimos descubrimientos a la imagen de los dinosaurios en la película. Ningún misterio.
En mi opinión, no es mala idea dejar la imagen clásica de los dinosaurios para la nueva entrega, si y solo si esta es una secuela de Jurassic Park (la primera). Esto evitará explicaciones argumentales incómodas y permitirá a la película centrarse en la trama.
No obstante, esto presenta un segundo problema: Jurassic Park deja de caracterizarse por ser una saga "científicamente correcta".
Cómic de Jurassic Park de reciente publicación (2011-12) con "Velociraptor" emplumados (aunque anatómicamente no muy logrados, todo sea dicho).
Jurassic Park no es un documental, ni pretende serlo. No obstante, destaca entre otras películas de dinosaurios y "bestias prehistoricas" por el hecho de que los técnicos de efectos especiales consultaron a paleontólogos sobre los dinosaurios que protagonizan las cintas. Especialmente en la primera, donde se consultó a todo un elenco de paleontólogos (Horner, Bakker, Currie...) y paleoartistas (Gurche, Hallet, Henderson, Paul...). En las siguientes entregas solamente consultaron a Horner.
Hola, me llamo Spinosaurus y te voy a seguir durante toda la película sin ningún tipo de justificación etológica.
Por ello, algunos dinosaurios si eran una representación más o menos fiel al conocimiento que se tenía en los 90 de ellos (especialmente el Tyrannosaurus). Otros, no obstante, eran bien anatómicamente muy incorrectos (Velociraptor) o reinterpretados con varias licencias artísticas (Dilophosaurus).
Este último caso tiene un componente crítico divertido que comentaré en otro post, pero dinosaurios anatómicamente incorrectos (Velociraptores con brazos humanos y colas de lagarto, ondulando como látigos) es algo que a mí personalmente me chirría más que la ausencia de plumas, porque son aspectos que en 1990 estaban ya muy claros y que tienen el claro fin de dar un look más monstruoso a los "raptores" (algo que Spielberg nunca ocultó, y que puede leerse en el prólogo del gran "Raptor Red", de Bob Bakker).
En cualquier caso, raptores aparte, Jurassic Park se vendía en la publicidad como una cinta que mostraba a los dinosaurios no como monstruos como Gwangi o Gojira, sino animales. Animales que no están sedientos de sangre y que no matan indiscriminadamente a todo lo que ven moverse. No obstante, ya con la tercera película empezaron a crear monstruos que se dedican a seguir a los protagonistas sin justificación (el Spinosaurus, por ejemplo), que matan pero no se alimentan... etc.
Parece que el no querer incorporar las últimas evidencias sobre el tegumento a los dinosaurios en Jurassic Park IV implica que la dirección artística seguirá la de Jurassic Park 3 y King Kong de Peter Jackson: dinosaurios monstruosos con aspecto lacertoide. En cualquier caso, la conclusión es que
HAN APOSTADO POR LA CONTINUIDAD ARGUMENTAL DE LA SAGA EN LUGAR DE POR LA ACTUALIDAD CIENTÍFICA.
Mi conclusión particular es la siguiente: Prefiero una película con dinosaurios chapados a la antigua que sea coherente con el resto de entregas a una película en la que se destruye la coherencia en favor de un cambio de look. La justificación del mundo real no vale en el mundo ficticio (donde ya "se sabe" cómo son los dinosaurios no aviarios (pues se han clonado)). Por otro lado, para cuando realicen el inevitable reboot/remake (con un poco de suerte, más inspirada en la novela de Crichton) si debería ser imperativo hacer unos dinosaurios más "contemporáneos", para recuperar el espíritu que había en 1993 de presentar los dinosaurios más realistas que la tecnología era capaz de producir.
Y ahí queda.
PS: Sé que mi compañero no está de acuerdo con lo que yo predico, pero que opine él también :P
PPS: Para recapitular qué se sabe hasta la fecha de Jurassic Park IV, oficialmente confirmado:
El director será Colin Trevorrow
Los guionistas son Rick Raffa y Amanda Silver, autores de "El Origen del Planeta de los Simios" (precuela que yo disfruté mucho en el cine).
La fecha de estreno es 13 de Junio de 2014!!!
Si queréis estar actualizados sobre Jurassic Park IV, id a la página de nuestro colega Jack De la Mare, www.jurassicparkiv.org